Crítica: Maniac

Título: Maniac

Año: 2012
País: Francia

Director: Franck Khalfoun

Guión: Alexandre Aja, Grégory Levasseur

Música: Rob

Fotografía: Maxime Alexandre

Productora: Coproducción Francia-EEUU; Aja  / Levasseur Productions / Blue Underground / P2 Productions

Género: Terror | Thriller psicológico

Reparto: Elijah Wood, Nora Arnezeder, America Olivo, Morgane Slemp, Liane Balaban

Frank lleva una vida solitaria como propietario de una tienda de maniquíes. A primera vista, parece incapaz de matar una mosca. Sin embargo, hay algo profundamente turbador en su mirada; un secreto oscuro y perverso que resurgirá tras su encuentro con Anna, una joven artista que acude a él en busca de ayuda para una exposición. Alexandre Aja y su compañero de fechorías Gregory Levasseur han sido los encargados de escribir y apadrinar este remake del clásico de culto de William Lustig, uno de los slashers más violentos de los ochenta.

'Maniac' es una remake de un clásico de los 80 que revolucionó el género en aquella época. No he visto la cinta original pero viendo el resultado de esta adaptación del 2012 ni falta hace que lo haga porque el resultado de la actual es sumamente increíble, y eso es muy difícil de decir en cuestión de remakes, tan al uso últimamente en el mundo cinematográfico. Sorprende también que este remake sea de producción francesa, demostrándole a Hollywood lo que significa re-adaptar en condiciones una película de culto.

En 'Maniac' descubrimos a Frank Zito, un hombre solitario con profundos problemas mentales que regenta una tienda de restauración de maniquís  y que se dedica a asesinar a mujeres, arrancándoles de cuajo sus cabelleras para luego exhibirlas en sus adoradas muñecas de escaparates. Veremos cómo intenta callar al asesino que lleva dentro tomando pastillas que logran paliar momentáneamente esas jaquecas que parecen estar conectadas con sus deseos de asesinar, pero el asesino que lleva dentro cada vez es más difícil de controlar y poco podrá hacer para tomar el control de sí mismo.

Me puse esta película con bajas expectativas. La sinopsis y la aparición de Elijah Wood fueron los primeros alicientes a la hora de decidir verla, pero antes de lanzarme definitivamente a la aventura opté por buscar el tráiler en Youtube para así no ir demasiado a ciegas en lo que me iba a encontrar. Tras verlo me dije: 'Seguro que es más de lo mismo de siempre ¡Pasando de verla!'. Pero una aburrida tarde de domingo, sin nada que hacer es lo que tiene y acabé cediendo. Y... ¿Cuál fue mi sorpresa? Que estuve con los ojos como platos cada minuto que dura sin ser capaz siquiera de pestañear.

Lo que más me ha sorprendido de la cinta es el enfoque con el que se desarrolla todo el visionado de la historia. Nos colocamos como actores directos de todo lo que ocurre, somos los ojos de Frank, el protagonista, por lo que vemos a través de él. En ningún momento, salvo unas poquísimas escenas contadas,  vemos su rostro, su físico. Sólo cuando se coloca frente a un espejo o algún material reflectante somos capaces de observar una mirada azulada, grande y penetrante enmarcada en un rostro compungido que nos helará la sangre. 

Dicho esto, puede parecer que la actuación de Elijah Wood queda en segundo plano. Pero absolutamente todo lo contrario. La ausencia en la mayor parte de la película de un primer plano de Frank hace que todos los actos que va realizando detrás de la cámara destaquen en mayor proporción, transmitiéndote incluso mucho más que si vieras toda la escena como una tercera persona: sus palabras, su nerviosismo en el timbre de voz, los movimientos de la cámara, sus manos, sobre todo sus manos, con esa enfermiza obsesión por limpiárselas con estropajo hasta rasparse la piel... Todo un conjunto de juegos visuales, efectos especiales, gore, fotografía y banda sonora capaz de ponerte los pelos del cogote tan tiesos como alambres.

En resumen, 'Maniac' es un remake hecho y derecho. Una delicia para los amantes del género que os dejará con la boca abierta tanto por el recurso de la cámara subjetiva como por la fascinante y escalofriante interpretación de un Elijah Wood al que difícilmente podremos ver como el adorable Hobbit de 'El Señor de los Anillos' de ahora en adelante. ¡Elijah Wood acojona!