Cine: Retornados

Título: Retornados

Título original: The Returned

Año: 2013

País:  España

Director: Manuel Carballo

Guión: Hatem Khraiche

Música: Jonathan Goldsmith 

Fotografía: Javier Salmones

Reparto: Emily Hampshire, Kris Holden-Ried, Shawn Doyle, Claudia Bassols, Emily Alatalo, Paulino Nunes, Melina Matthews, Jamie Lyle, Stephen Chambers

La humanidad convive con los "retornados", gente de apariencia normal que ha sido infectada por un virus devastador. Sólo la inyección diaria de una proteína evita que se transformen en zombis. Kate trabaja en una unidad de investigación intentando encontrar urgentemente una vacuna definitiva que impida que la epidemia se expanda. Además, la mueve una poderosa razón de carácter sentimental: su novio Álex es un "retornado". Cuando el Gobierno anuncia la escasez de la proteína y la paralización de las investigaciones, los infectados son internados en un centro militar de alta seguridad. Temiéndose lo peor, Kate y Álex deciden emprender la huida. 

Un mundo donde conviven los humanos con los llamados retornados, personas que han sido infectadas por un virus que los transforma en zombis pero que gracias a una proteína inyectada a tiempo logran mantener una vida normal. No se transforman y el virus permanece controlado en su organismo. La única pega es que esa proteína que los mantiene humanos debe ser inyectada una vez al día. Si se saltan una dosis la transformación en zombi no tiene vuelta atrás y es un gran peligro para la humanidad, de ahí que existan grupos anti-retornados que luchan por el aislamiento de todos los retornados para la protección de los humanos. Más aún cuando se corre el rumor de que la proteína se está agotando y los científicos no logran dar con una proteína sintética que detenga la transformación de un infectado para siempre. 

Kate, la protagonista, es una doctora que trabaja salvando a los infectados del virus y con un interés bastante personal en la proteína: su novio Alex es un retornado y con los rumores de la escasez de la proteína ha ido consiguiendo poco a poco un pequeño alijo con el que mantener humano a Alex durante el tiempo que tarden en hallar la proteína sintética. 

Pero el gobierno decide actuar y ordena que todos los retornados se presenten en los puestos militares habilitados antes de que sea demasiado tarde, y temiendo lo peor Kate y Alex tratarán de huir lejos con una cuenta atrás en forma de dosis que se agotan día tras día. ¿Qué ocurrirá? ¿Encontrarán los científicos la proteína sintética? ¿Llegará a tiempo? ¿Se transformará Alex en zombi?

La originalidad de la cinta es lo que más destaca. No es la típica película de zombis que ya hemos visto hasta la saciedad donde prima el terror y las escenas sangrientas y asquerosas de criaturas muertas en vida que atacan y se alimentan de los humanos. Aquí se deja atrás el terror para dar paso a un thriller dramático que guarda como premisa inicial un extraño virus que transforma a los humanos en criaturas sin raciocinio que  se alimentan de carne humana. Se desconoce cuál es el origen de esa epidemia, cuál fue el desencadenante del virus... y en realidad, eso no importa mucho. Lo importante es que en la actualidad que se muestra en la película el virus se ha logrado controlar a través de una toxina natural que paraliza el proceso de avance de la infección durante 24 horas, permitiendo que los humanos infectados sigan con su vida normal y corriente, siempre y cuando no se salten ninguna dosis durante toda su vida, mostrando dos perspectivas bien diferenciadas: aquellos que apoyan a los retornados, que los consideran personas con una enfermedad y nada más, y con los mismos derechos que cualquier otra persona, y que luchan por lograr la toxina que elimine el virus para siempre del organismo; y los anti-retornados, el resto de humanos que temen a esos retornados y harán todo lo que esté a su alcance, legal o no, para paliar el temor que su existencia les provoca.

Se muestra una lucha por la supervivencia pero desde un contexto y una posición diferente: la de los retornados. Todos quieren seguir con vida, no quieren dejar de tomar la toxina y convertirse en zombis, pero la solución científica parece no llegar a tiempo y la toxina ya no está al alcance de todos los afectados. El miedo a la transformación, el miedo a ser infectado por un retornado que no reciba su dosis, el miedo a hacer daño a los demás... pero sobre todo el amor, la venganza y la traición. Son emociones que se mezclan muy bien en este thriller con pinceladas de crítica social a lo desconocido y el miedo a las enfermedad y a su contagio. Muy parecido a lo que ocurrió cuando apareció el VIH en nuestra sociedad. El desconocimiento sobre la forma de contagio convertía a un enfermo de SIDA en un marginado social, pero con los avances médicos esa visión ha ido menguando y se ha hecho visible y consciente que un enfermo de VIH puede realizar una vida normal y corriente como cualquier otro, sabiendo cuáles son las probabilidades y las causas de contagio. Es así como ocurre en Retornados y es clara la similitud entre un suceso real como lo es el SIDA y uno ficticio como el de los zombis.

El final me lo veía venir desde la mitad de la película y me dejó con un sabor agridulce. Creo que es un final necesario. Un final que deja huella y no desaparece en cuanto salen los créditos. Me puso los pelitos de punta y sufrí bastante con la decisión de los protagonistas. Es por eso que mi puntuación sobre la película ha sido bastante buena y la actuación de Kris Holden-Ried me ha parecido muy auténtica, sabiendo transmitir en todo momento su angustia, su miedo y desesperación. Me decidí a ver esta película principalmente por Kris Holden-Ried, actor que me gusta mucho, y al final ha acabado sorprendiéndome el guión y el desarrollo en todo su conjunto.

En resumen, Retornados no es una película de zombis al uso, va más allá del cine de terror y desarrolla una clara crítica social en forma de ficción donde se mezcla el miedo, el amor, la venganza y la traición. Una película que hace reflexionar sobre el miedo a lo desconocido y hasta dónde estarías dispuesto a llegar por proteger a los tuyos cuando la sociedad está en contra y la ayuda científica tarda en dar una solución permanente.