Reseña: 'Una Lección de Vida y Muerte' de Belinda Bauer

Título: Una Lección de Vida y Muerte

Autora: Belinda Bauer

Editorial: Roca Editorial

Páginas: 340

ISBN: 9788416498369

Ruby tiene diez años y vive en un pueblo del condado inglés de North Devon llamado Limeburn, un lugar en el bosque, hundido entre la colina y el mar y cercano a otro pueblo, Clovelly. Vive con su madre, Alison, y con su padre, John, que está en el paro.
Una serie de crímenes aterroriza la zona. Dos mujeres jóvenes han sido asesinadas. El asesino, antes de matarlas, las ha hecho que llamaran a sus padres para que estas oyeran los gritos desesperados de sus hijas. A cargo del caso está Calvin Bridge, un policía algo novato, y la inspectora jefe Kirsty King, una mujer serie y profesional. Sin embargo, algunos hombres de Clovelly, entre ellos John Trick, deciden tomarse la justicia por su cuenta y salir cada noche a las calles a la caza del culpable. Ruby acompaña a su padre en estas guardias, para poder pasar más tiempo con él mientras intentan encontrar al asesino... a no ser que este la atrape a ella primero.

Últimamente estoy añadiendo más novelas de este género a mi lista de lecturas. Hace unos meses leí Morir No Es Tan Fácil, otro thriller de Belinda Bauer que me encantó; razón por la que me animé a seguir descubriendo a esta autora con Una Lección de Vida y Muerte donde nos presenta una historia original y, como en su anterior novela, marcada por una protagonista única y especial que hace de la lectura y la historia algo mucho más destacable y memorable.

Ruby es una niña de diez años que vive en una casa que se cae a pedazos no sólo en el sentido literal; Ruby es consciente también de que la relación entre sus padres va de mal en peor. Por si eso no fuera poco, es una niña gordita y se enfrenta a diario al acoso de sus compañeros del cole, al control alimentario de su madre y a las constantes peleas entre sus padres. Por suerte, su padre, un hombre en paro al que le apasiona el oeste y los vaqueros, la apoya en todo y le da los ánimos y los caprichos que necesita, encontrando en él al mejor amigo que puede esperar cualquier cría de su edad. Es más, debido a una serie de asesinatos que empiezan a tener lugar en el condado, el padre de Ruby, con su grupo de amigos apodados Los Pistoleros, emprende una búsqueda nocturna para controlar las calles y tratar de hallar al asesino antes de que mate a más mujeres; y pese a ser una cría de diez años, Ruby logra convencer a su padre para que la añada a la partida de vigilancia, lo que le permite disfrutar más de la cercanía de su padre, pero también de descubrir algunos aspectos de su personalidad que desconocía.
Al mismo tiempo, la inspectora jefe Kirsty King y su ayudante Calvin Bridge, tratarán de resolver el caso y atrapar al asesino con las escasas pruebas y evidencias que va dejando a su paso, pues el asesino no es ningún profesional y va aprendiendo sobre la marcha, algo en clara ventaja para el curso de la investigación.

Como vemos hay tres tramas bien diferenciadas y simultáneas que permiten ir enlazando la historia y los diferentes acontecimientos, hasta llegado un momento en el que todo empieza a encajar como un puzzle y las vertientes se van unificando. Por un lado, tenemos la vida de Ruby, por otro la visión del asesino cometiendo los crímenes y, finalmente, la investigación policial reuniendo pruebas y evidencias que les ponen cada vez más cerca de la identidad del asesino.

El perfil del asesino es algo que me ha llamado muchísimo la atención. No sabemos mucho de él, sólo sus pensamientos y su modus operandi. Se le conoce como ET porque obliga a sus víctimas a llamar a casa antes de acabar con sus vidas. Todas sus víctimas son mujeres jóvenes a las cuales les obliga a desnudarse, sin abusar de ellas, y a llamar a sus madres para decirles adiós. Pero, aún teniendo el procedimiento bien planteando, a la hora de ejecutarlo no se siente un asesino profesional, llevándole a cometer más de una desliz que la policía logra poner a su favor, y más aún cuando el equipo de vigilancia y los constantes controles policiales perjudican cada vez más la ejecución de su próximo asesinato. Esta parte de la trama logra mantener la incertidumbre y permite conocer a fondo la mente del asesino, cómo funciona y por qué hace lo que hace. Es más, cuando se descubre la identidad del mismo, que ya se adivina a mitad de la novela, me sentí liberada, como si toda esa tensión acumulada durante toda la lectura se desprendiera de repente, dejándome con una buen sabor de boca dado el resultado que, aún esperado, consigue mantener la carga de suspense psicológico suficiente para enganchar al lector de principio a fin.

Los personajes están muy bien perfilados. Ruby es un personaje entrañable y razón por la que el argumento adquiere mayor emoción, al romper con los clichés típicos de novelas de este género. Ver la historia a través de los ojos de la pequeña hace que queramos protegerla del mundo que le rodea y sintamos más empatía por su situación, no sólo en el marco de las vigilancia y el miedo a cruzarse con el asesino, sino también desde el punto de vista más personal y familiar, con sus propios problemas, que no son pocos. Su infancia está marcada por el bullying que sufre en el colegio por su gordura, por el control de su madre en lo que come y deja de comer, por la falta de figura materna al estar todo el día fuera de casa trabajando para tener algo que traer a casa, y por la cercanía a su padre al vivir prácticamente con él las veinticuatro horas del día al ser un hombre desempleado y que la trata más como un colega que una hija. Es por ello que se siente más apegada a su padre y actúa más como un chico, rechazando las atenciones y los intentos de su madre por parecer más femenina. Todo esto provoca que se respire un ambiente hostil, dentro del ámbito familiar, y oscuro, en cuanto a las partidas de vigilancia donde el escenario está marcado por el bosque, la oscuridad y los ruidos siniestros y característicos de ese paisaje, haciendo que la tensión y la intriga se palpen en el ambiente.

La pluma de la autora es muy ágil y directa, sumergiéndonos en un thriller psicológico que logra mantener el suspense y hacer sentir el miedo de las víctimas en el momento exacto en el que sienten que están a punto de morir, así como la precaria situación de Ruby y cómo se enfrenta a todas esas cuestiones de su entorno familiar y al temor de darse de bruces con el asesino en las escapadas con su padre para darle caza.
El final es trepidante y resulta imposible parar de leer hasta que se desvela todo y podemos respirar tranquilos. Lo único negativo es que esperaba un final diferente donde la identidad del asesino se descubriese de forma mucho más impactante y con otro resultado. Aún así, tiene buen final y me ha gustado.

En resumen, 'Una Lección de Vida y  Muerte' es una novela que logra mantener en vilo al lector hasta el final de sus páginas. Una historia cargada de suspense con una protagonista única de la que es imposible no encariñarse, y que sabe llevar muy bien el peso de la trama.