Reseña: 'El Libro De Miya' de Lena Valenti

Título: El Libro de Miya

Autora: Lena Valenti

Editorial: Vanir

Saga: Vanir V

Páginas: 508

ISBN: 978-84-938170-8-4

Róta es conocida en el Valhall como "la valkyria que todo lo ve", y es una de las guerreras indomables que Freyja y Odín mandan a la Tierra para que recuperen los tótems robados de los dioses, aquellos que pueden acelerar el ranarök.

Pero el destino le ha jugado una mala pasada y ha hecho que se encontrara cara a cara con el guerrero que se había encomendado a ella: Miya, un vanirio samurái. Ella sabe que él le pertenece, y aunque se siente ofendida porque no la reconoce, está deseosa de demostrarle que las valkyrias nunca se rinden. Sin embargo, el hermano gemelo de Miya, Seiya la ha secuestrado y quiere obligarla a vincularse con él. ¿Lo conseguirá? ¿Su vanirio samurái irá en su busca? ¿La rescatará a tiempo antes de que Seiya rompa sus alas?

La batalla final se acerca, pero una mujer temeraria e irascible luchará por que nadie la doblegue. ¿Cuánto tiempo durará su furia? Miya forma parte del clan vanirio de Chicago. Es un guerrero ancestral, un samurái que vive obsesionado con la profecía que cae sobre él y su hermano. Un hombre que cree firmemente que ha perdido la oportunidad de emparejarse a su pareja de por vida. Por eso, cuando ve descender a la valkyria de pelo rojo, todos sus miedos y sus dudas se disparan. Verla lo dejó paralizado. Ser víctima de su afilada lengua lo enfureció. Probarla fue un error.

Ahora nada podrá quitarle el sabor de su sangre ni el recuerdo de su conexión y hará lo posible por rescatarla, porque debe averiguar qué es lo que le une a esa mujer descarada y malhablada con ojos de rayos y centellas. Debe salvarla de las garras de su hermano Seiya, antes de que sea demasiado tarde. Lo hará para que no se cumpla la profecía, lo hará por venganza, pero, también, lo hará para no perder ni su alma ni su corazón.

Las espadas de los dioses están en alto. Los totéms divinos deben ser recuperados. El ragnarök se afila como la hoja de una katana. Y en la travesía por rescatar y ser rescatado, un vanirio y una valkyria están a punto de descubrir que "Solo el amor puede ponerte de rodillas"

Libros anteriores:

1. El Libro De Jade 

2. El Libro De La Sacerdotisa 

3. El Libro De La Elegida
4. El Libro De Gabriel

De nuevo, Lena Valenti me sorprende con un libro que me ha hecho sufrir y disfrutar de lo lindo en todo momento. 

La historia sigue donde la dejamos en 'El Libro de Gabriel'. Róta ha sido secuestrada por el hermano gemelo de Miya, Seiya, y las valkirias y el líder de los einherjars, Gabriel, junto con los vanirios y bersekers de la tierra, continúan, tras haber hallado el martillo de Thor, la búsqueda de los dos tótems restantes: Seier, la espada de Frey, y Gungnir, la lanza de Odín; ambas en manos de los secuaces de Loki.

El Ragnarök se acerca y una nueva profecía oriental pondrá a Miya, Seiya y Róta en el punto de mira. Aquél que se gane el corazón de la valkyria podrá empuñar la espada de Frey y acelerar el fin del mundo. Miya, el hermano bueno, luchará con toda su esencia de samurái por impedir que aquella profecía se alce con días de oscuridad y fin; mientras tanto, Seiya el gemelo convertido a Loki, tratará, mediante la tortura, la dominación y la humillación, conseguir que aquella mujer de armas tomar y de cabello bermejo se una a él y le consiga la victoria en la batalla definitiva, consiguiendo también así que Miya muera en vida al ver por segunda vez cómo le arrebatan el amor de su vida sin poder hacer nada para remediarlo.

Los futago compartirán una chokuto con cuerpo de mujer.

La mujer dual de los futago decidirá si llegan los días de luz 

o los días de oscuridad.

¿A qué hombre elegirá? 

Se alzarán las espadas de los dioses,

los mares se agitarán.

Y sólo uno alzará la voz como el heredero del rayo, la tierra y el mar.

Miya, es un guerrero samurái milenario, demasiado controlador, cerrado y dominante que, con los años, ha aprendido a mantener a raya sus reacciones y emociones. Miya destaca por su mesura y tranquilidad, hasta que Róta aparece en su vida, una de las valkyrias más insolentes y malhabladas del Valhall, que pondrá todas sus costumbres y todos sus años de entrenamiento como samurái patas arriba, desbordando su paciencia y desequilibrando su carácter. Pero a pesar de ser tan diferentes les será imposible mantenerse distanciados y controlar sus deseos el uno por el otro.

Miya luchará por confiar en su valkyria y hacer oídos sordos a aquella profecía familiar con la que ha cargado desde su nacimiento y que situa a Róta como eje, aunque ésta no se lo pondrá nada fácil y su personalidad desafiante y caprichosa llevará su relación al límite en más de una ocasión.

Visto lo visto, los enfrentamientos entre ellos están más que asegurados capítulo tras capítulo, con escenas y situaciones de gran tensión sexual a caballo entre el odio y el amor, con las que sufriremos y disfrutaremos de un tiovivo de emociones que nos dejarán sin aliento.

Yo voy a creer en ti. Creeré en ti a ciegas, Róta. Pero tienes que dejar de intentar destruirme. Tienes que respetarme. Ya sé quién eres, sé el temperamento que tienes, sé que eres vengativa y desafiante. Tienes una herencia muy poderosa corriendo por tus venas y eso no me atemoriza, me llena de orgullo. Pero eres mi compañera y hay cosas que no me las puedes hacer. Antes me has dicho que era un puto cobarde. Puede que lo sea porque tú me aterras. ¿Cómo puedo entregarle mi corazón a alguien que me lo puede pisotear en cualquier momento?  

Pero dejando a un lado la trama principal entre Róta y Miya, también tengo que destacar personajes secundarios como la Generala Bryn, Ardan, Gabriel y Gúnnr que, sin duda alguna, han complementado de manera perfecta la historia, mostrándonos nuevos frentes y tramas que, con total seguridad, veremos mejor desarrolladas en próximos libros. Por lo menos, eso espero, sobre todo Bryn y Ardan, una historia de sacrificios, secretos y dolor que ha permanecido entre las sombras durante mucho tiempo y que necesita salir a la luz para limar asperezas y hallar el punto medio del perdón y la reconciliación. Bryn es un personaje que me ha encantado desde su primera aparición y, tras descubrir el sacrificio que ha llevado con ella desde el inicio de su existencia, sólo deseo como su nonne que pronto pueda volver a encontrar la felicidad que dejó escapar con Ardan, un einherjar dominante (¿Y qué criatura creada por los dioses no lo es? xD) y dolido hasta decir basta que no dudará en iniciar su apocalipsis particular con Bryn si con ello consigue doblegarla y hacerla sufrir como mínimo la mitad de lo que él ha sufrido todos esos años por su culpa en el Midgard.

–¿Sabes? Me alegro –dijo en un susurro rabioso. Él se detuvo delante de la puerta, con la mano en el pomo.

–¿De qué?

–Me alegro de tomar la decisión que tomé. No valías la pena. No estás a mi altura, Ardan. Te odio.

Él se tomó esa acusación como una caricia.

–Mientes. Las sumisas aman a su amo. Pero te castigaré por haberlo dicho –le sonrió por encima del hombre, se guardó el arete en su bolsillo trasero y le guiñó un ojo. 

Las escenas de acción siguen siendo increíbles, aunque con tantos jotuns, purs y la madre que los parió (se me está pegando el habla vanir xD) no veía llegar la batalla final; salían de todos lados como insectos babosos y asquerosos capaces de causar mucho dolor con sus mordeduras pero fáciles de aniquilar, gracias a dios.

Lena Valenti sigue el mismo patrón de los demás libros y la misma estética: con lenguaje claro, directo, descarado y común, con bastantes descripciones y momentos en los que necesitaremos de reanimación asistida para que nuestro corazón vuelva a bombear y latir con la normalidad habitual que la saga Vanir nos descuadra y altera.

Una historia que nos atrapará desde el primer momento, repleta de las emociones, los sentimientos, el dolor, la lucha y la pasión a la que Lena nos está mal acostumbrando (en el buen sentido de la palabra). Explosiva y adictiva a más no poder y con un epílogo que nos «pondrá de rodillas» implorando la continuación.