Serie: My Mad Fat Diary

Título original: My Mad Fat Diary 

Año: 2013

País: Reino Unido

Director: Ben Caron,  Tim Kirkby

Guión: Tom Bidwell, Rae Earl

Fotografía: Suzie Lavelle

Reparto: Sharon Rooney, Ciara Baxendale, Claire Rushbrook, Ian Hart, Jodie Comer, Bamshad Abedi-Amin, Dan Cohen, Kenneth Collard, Shazad Latif, Nico Mirallegro, Jordan Murphy, Sophie Wright, Eliot Otis Brown Walters, Darren Evans, Daniel Fitzsimons, Glenn Webster 

Situada en Lincolnshire en 1996, My Diary Fat Mad sigue la historia de Rae de 16 años de edad, que acaba de salir de un hospital psiquiátrico, donde ha pasado cuatro meses. Se reencuentra con su mejor amiga, Chloe, que no es consciente de la salud mental de Rae y sus problemas con la imagen corporal, creyendo que estaba en París durante los últimos cuatro meses. Rae intenta mantener esta información en secreto y al mismo tiempo trata de impresionar a los amigos de Chloe Izzy, Archie, Chop y Finn.

¡Vaya! Acabo de descubrir esta entrada en borradores preparada desde hace prácticamente un año y sin publicar aún. ¡No tengo perdón! (se esconde). Así que va tocando publicarla aunque con algunas modificaciones, ya que la serie terminó su emisión el año pasado y esta entrada la hice cuando aún estaba en activo :) Allá va...

Mi primer contacto con esta serie fue a través de Tumblr. Hubo un momento en el que todo eran publicaciones sobre esta serie, sólo que juntos a las imágenes y los gifs que se publicaban se le añadía la coletilla 'The Duff'. Al principio pensé que se trataba de algo relacionado con en el libro del mismo nombre de Kody Keplinger, pero al tiempo descubrí que se trataba de una serie y enseguida me puse a buscarla por internet aprovechando el parón de las series americanas por motivo de las Olimpiadas de invierno. Y ¿qué paso? Que la primera temporada de 6 capítulo me la ventilé en menos de 6 horas, así como el único capítulo de la segunda temporada que se había emitido hasta la fecha. ¡ESTA SERIE SÍ QUE ENGANCHA!

Como ya describe la sinopsis viajamos un poquito en el tiempo, a 1996, y conocemos a Rae Earl en su primer día fuera de la clínica psiquiátrica en la que ha pasado los últimos meses ingresada por haber tratado de acabar con su vida. Es una chica en la que nos podemos sentir identificadas en muchísimos aspectos y que trae a la pantalla las grandes dudas, miedos, incomodidades y pensamientos típicos en la adolescencia, ya sea la de 1996 como la actual; muchas de esas cuestiones se mantienen inalterables en el tiempo. En su viaje de regreso a casa se encuentra con su vieja amiga, Chloe, y su grupo de amigos, y empujada por las insistencia de su amiga decide reunirse con ellos más tarde para tomar algo y ponerse al día, ya que Chloe cree que Rae ha estado estos últimos cuatro meses de vacaciones en Francia.

Queriendo comenzar una vida normal y lejos de las humillaciones sabe que es hora de superar todos sus traumas y su psiquiatra le ayudará en el proceso, aconsejándole que escriba un diario con todo lo que se le pase por la cabeza. Rae intentará encajar en la pandilla de Chloe, dejando de lado al mismo tiempo las inseguridades sobre sí misma y su problema alimenticio con el único fin de ser feliz y aprovechar la posibilidad de poder formar al fin parte de una pandilla, un grupo donde todos sean una piña y se apoyen mutuamente sin importar el pasado o las manchas en un expediente médico.

Hay una variedad muy amplia de personajes y personalidades. Desde una madre excéntrica hasta la mejor amiga perfecta, guapa y con todo a su favor, pasando por el guaperas del grupo y el gay que no se decide a salir del armario. Un grupo con características muy tópicas en apariencia pero con una singularidad que nos ganará por goleada.  Al menos a mí me ganaron todos desde el primer capítulo, sobre todo Finn. Mi ojo clínico nunca me falla. Me gustó mucho desde el principio, y eso que su actitud debería haber provocado lo contrario pero, no sé, tenía el palpito de que detrás de todo eso había algo más ¡y no fallé!  ¡Es adorableeee! ♥

Otro punto muy fuerte de la serie es el contraste entre la realidad que se nos presenta, la vida y los conflictos de una joven que se enfrenta a su enfermedad y cómo ésta afecta a todos los de su alrededor y a su concepción de la vida, frente al humor negro con el que sobrelleva sus aventuras y desventuras y que va redactando en su diario. Ver en pantalla todos sus pensamientos plasmados con dibujos y su voz en off expresando las emociones y situaciones es lo mejor de toda la serie. Te hace reír, te hace llorar, te vuelve a hacer reír y terminas llorando y riendo a la vez sin poder remediarlo. ¡Es un bucle adictivo!

Rae Earl es el personaje que más despunta de toda la serie por lo fácil con lo que nos podemos identificar en cada una de sus situaciones, ya sea por complejos, por dudas con los chicos, por las primeras veces, por cuestiones familiares... y al no encontrarse entre los standards comunes de belleza y ser representación del adolescente medio con problemas cotidianos, la historia que nos cuenta se hace más cercana y llega mucho más a sus seguidores.

Se sufre con Rae por los baches que se va encontrando en el camino, por los malentendidos y las incomprensiones de la gente que juzga de primeras y con el sentido de la vista; pero también se dan saltos de alegría y de emoción viendo como va evolucionando y superando los traumas que la atormentaban cogiendo el toro por los cuernos y ahogando sus miedos con la ayuda de unos amigos tiernos, protectores y muy, pero que muy alocados.

Como es costumbre en la series británicas las temporadas constan de poquitos capítulos: 6 capítulos en la primera temporada, 7 en la segunda, y la tercera y última sólo se compone de 3 episodios :( Saben a poco por lo genial de la trama y sus personajes pero el final de la serie es perfecto y para qué alargar algo bueno para echarlo luego a perder. La serie es MAGNÍFICA tal y como está. Así que si tenéis un huequito y aún no la habéis descubierto, os la recomiendo 100%. La trama engancha, los personajes atrapan y el humor negro es desternillante.

En resumen, 'My Mad Fat Diary' es una serie que toca un tema descarnado con gran maestría y humor negro. Los personajes destacan por su singularidad y hay un buen trabajo de interpretación. Una serie sin pelos en la lengua y que habla del amor, la amistad y la sexualidad desde un punto de vista diferente, a través de los ojos de una adolescente con problemas, miedos e inquietudes que poco a poco va superando y enfrentando. Recomendada 100%.