Reseña: 'El Día que el Cielo se Caiga' de Megan Maxwell

Título: El Día que el Cielo se Caiga

Autora: Megan Maxwell

Editorial: Esencia

Páginas: 413

ISBN: 9788408155874

Alba y Nacho se conocen desde que eran niños. La conexión entre ellos es muy especial y aumenta con el paso de los años, hasta que ella se casa y, obligada por su marido, se distancia de él. Nacho se marcha a Londres. Allí encontrará al amor de su vida, a quien luego perderá a causa de una desconocida enfermedad. Alba, que no sabe lo mal que lo está pasando su amigo, acude a él tras su fracaso matrimonial. Su reencuentro crea una unión irrompible, pero al cabo de poco tiempo ella descubre que Nacho también está enfermo. En su afán por ayudarlo a luchar contra lo que parece inevitable, Alba conocerá a Víctor. Y lo que en un principio no son más que encuentros fortuitos, se acaba convirtiendo en un amor incondicional que le permitirá superar sus miedos e inseguridades. Esta novela hará que te cuestiones varias cosas: ¿por qué el destino es capaz de hacernos encontrar a nuestra media naranja en el peor momento de nuestra vida? ¿Por qué siempre decimos que se mueren los buenos y los malos se quedan aquí para fastidiarnos? Si quieres conocer el desenlace de esta tierna, emotiva y dura historia de amor y amistad, no te pierdas El día que el cielo se caiga.

 

Antes que nada, dejar claro que esta novela de Megan Maxwell rompe con todos los esquemas a los que la autora nos tiene acostumbrados. No es una novela chick-lit propiamente dicha, aunque sí nos encontraremos con una bonita historia de amor o, mejor dicho, con varias historias de amor, y no todas desde el prisma romántico, entre dos personas que se encuentran cuando más se necesitan y acaban enamorándose perdidamente, sino también desde el punto de vista fraternal y el de la amistad, que es lo que mueve al fin y al cabo a esta historia, aleccionándonos y haciéndonos ver que la familia no es sólo la que tiene nuestra misma sangre, sino aquella que se elige, como es el caso de los amigos que están ahí para todo, tanto para lo bueno como para lo malo y, en esta novela, desgraciadamente, hay mucho de lo segundo.

Así que no esperéis encontraros con la típica novela de Megan donde estamos la mayor parte del tiempo riéndonos y soñando despiertos con el alocado romance entre los protagonistas. En El Día que el Cielo se Caiga sentiremos el dolor de la pérdida de un ser querido y no una ni dos veces, sino más de las que he podido contar, por lo que quizá necesites adentrarte en esta lectura con un paquete de kleenex como marcapáginas xD.

La historia nos sitúa en 1970, cuando los padres de Nacho fallecen en un accidente de tráfico y él y sus dos hermanos, Luis y Lena, tienen que marcharse a vivir a casa de su abuela Remedios. Allí conocerán a sus vecinos: Alba, de la misma edad de Nacho, a sus padres y a su abuela. Desde el primer día nacerá una conexión especial entre los dos y con los años esa relación y bonita amistad se irá haciendo más fuerte y fraternal. Pero por cuestiones de la vida, Alba contrae matrimonio con un chico que Nacho detesta y que tiene bien calado y acaban distanciándose: él marchándose a Londres a buscarse la vida y ella a vivir con su marido a Madrid. Años después, sus vidas volverán a unirse, pero una trágica enfermedad detendrá el tiempo y el futuro de ambos, obligándoles a disfrutar del tiempo que les queda juntos, a aprender de los errores, a no cerrarse en banda ante el amor y a disfrutar de todo lo bonito que la vida tiene aún por ofrecer pues, como bien tiene presente Nacho: la vida le ha dado todo y más de lo que podía pedir: la sangre te hace pariente, pero sólo la lealtad y el amor te convierten en familia. Y Nacho y Alba han tenido la mejor familia y los mejores hermanos del mundo.

Al principio me costó mucho adaptarme a este cambio de registro en Megan Maxwell. Por la sinopsis ya sabía que la historia no sería un camino de rosas y la enfermedad estaría presente a lo largo de la misma, pero pensaba también que alrededor de ese drama todo lo demás sería risas, emociones y aprendizaje en la vida, haciendo que la parte trágica y triste fuese más llevadera. En cierto modo es así. Los personajes evolucionan a lo largo de la historia; vivimos sus miedos ante la enfermedad y la muerte, la lucha que tienen que llevar internamente de cara a la familia, tratando de ser fuerte y no venirse abajo; y también de cara a los demás, ya que en esa época el Sida era un enfermedad de la que poco se sabía y el miedo y el rechazo eran las emociones más frecuentes ante dicha enfermedad. Uno de los puntos fuertes de esta novela es la diversidad de historias que nos presenta Megan, pues no sólo viviremos la enfermedad desde el punto de vista de la familia de Nacho, donde encontraremos familiares que estarán siempre ahí dando su apoyo, pero también nos daremos de bruces con la otra cara de la moneda, tanto por experiencia en la propia piel de Nacho como a través de otros personajes que se terminan enfrentándose al Sida solos, siendo marginados y repudiados por familiares y amigos ante el miedo ciego hacia una enfermedad de la que desconocen sus límites y medios de contagio. 

Es una novela sobre la vida misma, actual, dentro del marco sobre las enfermedades y el miedo que aún trae consigo la falta de entendimiento y el escaso avance médico, y marcada por la pérdida. Pero también es una novela con unos personajes muy humanos y con un marcado sentido y apego por la familia y la amistad, dejando bastante claro que no es necesario que corra la misma sangre por las venas para sentirte padre, madre, hermano... de alguien. La sangre te hace pariente, pero sólo la lealtad y el amor te hacen familia, y es un bonito mensaje que queda bien marcado y representado.

Pero no todo es tristeza y lágrimas y también experimentaremos una bonita historia de amor de la mano de Alba y Víctor, un joven que también ha sufrido la pérdida de alguien querido por culpa del Sida y que ahora trabaja en centros de ayuda asesorando y apoyando a familias y enfermos que pasan por situaciones similares a las que le tocó vivir a él con su hermana. Alba se mostrará reticente al principio en acercarse a él, sobre todo por la mala experiencia vivida con su ex marido, y por una serie de malentendidos e interpretaciones erróneas que les llevará a encontrarse una y otra vez sin atreverse a romper el hielo y luchar por lo que empiezan a sentir el uno por el otro. Pero Nacho, conociendo como nadie a su hermana del alma, intercederá entre los dos y será el primero que brinde por esa relación, sana y perfecta y que Alba necesitaba en su vida, pues su ojo clínico no falla y sabe que Víctor la hará feliz. Es un amor sin reservas y muy luchado que cautivará, dándonos el desenlace fresco, agradable y feliz que una historia así necesita.

La pluma de Megan como ya comentaba me ha impactado un poco al principio, haciendo que no congenie muy bien con la historia al esperarme algo más cercano a su estilo habitual de comedia romántica y chick-lit. Pero, finalmente, ha conseguido cautivarme y emocionarme por todo lo que consigue transmitir. El Día que el Cielo se Caiga es una oda a la vida y al amor en todos sus géneros: amor fraternal, amor de pareja, amor de amistad, amor verdadero, amor guiado por la lealtad, el amor ciego... Todos los personajes experimentan uno o varios tipos de amor y es, que al fin de cuentas, el amor es lo que mueve el mundo, y no hay nada que llene más que querer y sentirse querido sin importar las circunstancias.

En resumen, 'El Día que el Cielo se Caiga' es una novela que nos habla sobre la importancia de la familia, la de sangre y la que uno elige, tanto en los buenos como en los malos momentos. Una historia tal real como la vida misma, marcada por la tragedia pero también por momentos memorables, entrañables y románticos que agradaran a aquellos que busquen en esta novela el sello Megan. El mensaje final es alentador y reflexivo y la autora nos anima a ser valiente, positivos y a luchar por lo que queremos.