Reseña: 'Un Verano en la Provenza' de Olivia Ardey

Título: Un verano en la Provenza

Autora: Olivia Ardey

Editorial: Versátil

Páginas: 368

ISBN: 9788416580293

La vida de Monique se derrumba el día que cae en las trampas de su profesión. Pocas semanas después de recibir el premio más prestigioso de la Asociación de Periodistas de Francia, la prensa rosa publica unas fotografías suyas en actitud comprometida. Incapaz de enfrentarse al acoso mediático, abandona París para refugiarse en la Provenza. Allí revivirá sus días de adolescente tímida, siempre a la sombra de su prima Giselle, se reencontrará con Paul, el hombre que le dio su primer beso y descubrirá el origen secreto de la tía que las acogía durante aquellos veranos de infancia. Pero su tía le había reservado otro regalo: la llave de un secreter que alberga un diario que le revelará la historia de una joven cuyo único pecado fue amar a un soldado alemán durante la ocupación de París. A medida que se adentre en sus páginas, Monique sentirá cómo renacen sus sentimientos hacia Paul. Pero él ya no es el joven divertido, despreocupado y apasionado de la natación que le hizo descubrir el amor; el tiempo y los desengaños han marcado a fuego su carácter. Sin embargo, el destino tiene prevista una sorpresa para ellos. Algo que ambos ignoran los unirá, de algún modo, para siempre.

 

Cuando Monique recibe el premio más prestigioso en el mundo del periodismo francés siente que ha llegado a lo más alto de su carrera y está feliz por los frutos cosechados. Sin embargo, su alegría se ve truncada cuando, unas semanas después de recibir dicho reconocimiento, se encuentra siendo noticia de la prensa rosa con unas fotos donde aparece desnuda. A simple vista es imposible reconocerla porque todas las instantáneas son de espaldas, pero los periodistas acaban descubriendo su identidad y decide tomarse un descanso, lejos de fotografías y prensa, y se marcha tres meses a la casa de su tía Elora en la Provenza, donde pasó los mejores veranos de su adolescencia. Su estancia en la casona estará marcada por el reencuentro con Paul, el amor de su infancia y aquel que le rompió el corazón; y también por un viejo diario de su tía y que perteneció a la madre de ésta, Marissa, y que por una razón que averiguaremos conforme marche la lectura, la tía Elora le dejó a Monique en herencia.

Olivia Ardey nos transporta con esta historia de amor a la Provenza, un lugar mágico y especial donde se forja una segunda oportunidad entre Monique y Paul, y también donde Monique, a través de las páginas de ese diario, descubre el romántico y a la vez duro pasado de la madre de su tía Elora, haciéndonos viajar a la época de la Segunda Guerra Mundial con las persecuciones judías a manos del ejército nazi y al difícil romance entre Marissa y un soldado alemán durante la ocupación alemana en París durante el Tercer Reich. Una historia sobre el valor, la lucha y el amor más allá de la procedencia que me ha encantado y le da también sentido a la trama en momento presente, donde viejas caras conocidas de ese pasado hacen acto de presencia para completar la pieza del puzzle que faltaba.

El romance entre Monique y Paul es el eje central del libro, lo que ocupa su máximo grosor, y no todo será un camino de rosas o, en este caso, quedaría mejor decir un camino de lavandas, porque sufren altibajos y malentendidos que les lleva a tomar decisiones precipitadas y a poner tierra de por medio para evitar hacer frente a la verdad y a los sentimientos que siempre han estado ahí, ocultos en lo más profundo, en el caso de Monique; y en la persona equivocada, en el caso de Paul. Monique jamás ha olvidado a Paul, su primer amor adolescente, y lo mucho que sufrió cuando éste eligió a su prima Giselle y acabó contrayendo matrimonio con ella; un matrimonio ya terminado pero que aún con los años Paul sigue teniendo presente, siendo Giselle una gran losa en el romance en ciernes de Monique y Paul. Además, cuando la imagen que tiene de su ex-mujer se emborrona y descubre la verdad, la decepción es tan grande que acaba pagándolo con las personas equivocadas.

Monique, por otro lado, siempre ha sido una chica tímida, a la sombra de su prima Giselle; pero ahora es una mujer dedicada y reconocida en su profesión, amante del periodismo y todo lo que tenga que ver con la escritura. Su vida se encuentra en París, pero tras los meses que pasó en la Provenza para perderse y olvidarse del bochorno de las fotografías filtradas, su ideas cambian y empieza a vislumbrar un futuro diferente, y todo gracias a un hecho que marcará no sólo su vida, sino también la vida de Paul y su relación con él. ¿Qué será?

Como es habitual, Olivia Ardey le da mucha importancia a los personajes secundarios y, como ya comentaba, en esta novela además de la historia que se nos revela mediante las páginas de un viejo diario, también conocemos la vida personal y romántica de las mejores amigas de Monique: Patricia y Sandra; el hermano y el padre de Monique; y de Giselle. Todos están muy presentes en la trama y le dan más versatilidad y amenidad al argumento y al romanticismo. 

La novela tiene un ritmo ágil y muy fluido, alternando el momento presente con entradas del diario de Marissa que van encajando poco a poco con personajes y situaciones actuales. Además, las subtramas secundarias también hacen de la lectura algo muy ameno y terminas leyendo sin apenas darte cuenta. Aún así, me ha faltado algo para que la historia me llene por completo. Ha conseguido que disfrute con Monique y Paul al tratarse de un amor que se construye del revés, comenzando la casa por el tejado xD; también ha conseguido que me emocione con la historia situada en la Segunda Guerra Mundial y que me divierta con los curiosos flechazos de Sandra y Patricia; pero me ha dejado una sensación agridulce con pequeñeces que he sentido precipitadas.

En resumen, 'Un Verano en la Provenza' es una lectura que nos hace viajar entre el pasado y el presente con dos historias de amor diferentes y duras, bien por la época en la que tiene lugar o bien por la cabezonería y el estancamiento en el pasado de sus protagonistas. Con secundarios con su propio hueco en la trama y con un escenario rodeado de lavanda, es una novela entretenida, romántica y que puede contentar tanto a lectores de romance histórico como contemporáneo.