Reseña: 'Seattle, Eligiendo Mi Final' de Victoria Bernardo García

Título: Seattle, Eligiendo Mi Final

Autora: Victoria Bernardo García

Género: Narrativa contemporánea

Editorial: Versátil

Páginas: 252

ISBN: 978-84-17451-99-8

«Apliqué el método diez-diez-diez. Me pregunté: ¿cómo me afectará esta decisión dentro de diez minutos? ¿Y en diez meses? ¿Y en diez años? Supe que en diez años podría estar muerta. Y que pensaba estarlo».

La protagonista de Seattle, eligiendo mi final decide tomar las riendas de su vida para asegurarse de que cada minuto tenga sentido, porque está cansada de que el miedo al futuro le impida disfrutar del presente.

Esta es la historia de una joven milenial que se está buscando a sí misma, más allá de la necesidad de resultados inmediatos, de la frustración constante y del miedo a crecer. Y es también la historia de un viaje que nos llevará por Madrid, Seattle, París, Cambridge y Florencia, y más allá: al interior de la protagonista.

Esta novela despertó mi interés nada más leer su sinopsis, pues parecía contener una historia que iría más allá de la superficie juvenil y profundizaría en esa encrucijada por la que todos pasamos alguna vez en la vida, la gran pregunta del "diez-diez-diez". Además, ha sido la novela ganadora del Premio València Nova Alfons El Magnànim del año 2020, así que eso también era un punto a favor.

En Seattle, Eligiendo Mi Final conocemos a una joven que, tras el fallecimiento de su mentora durante su estancia en la universidad de Seattle, se plantea que todos vivimos sin saber cuándo vamos a morir y que mañana podría ser nuestro último día en la tierra. Y así, se propone seguir el método diez-diez-diez (¿Cómo se ve en diez minutos? ¿Y en diez meses?, ¿Y en diez años?) y dejar su vida actual para encontrar la felicidad y disfrutar del presente. Este planteamiento la llevará a ciudades como Seattle, Florencia, París... pero también la llevará a experimentan un gran cambio interior y personal, aquel que le permitirá encontrarse con todo aquello que consideraba perdido, con una vida que creía sin sentido y destinada a una muerte incierta en cuanto a fecha, pero segura en cuanto a destino. 

Victoria Bernardo nos trae una historia con la que podemos sentirnos totalmente identificados. En algún momento de nuestra vida seguro que hemos sentido que nos habíamos estancado, o que nos habíamos equivocado de rumbo, o algún pensamiento similar, preguntándonos qué nos deparará el futuro y qué camino podemos tomar para evitar el fracaso o conseguir que nuestra vida sea más placentera y consigamos nuestras metas. Y esta novela nos enseña bien que no debemos pensar tanto en el futuro y actuar en el presente, vivirlo, disfrutarlo, hacer lo que nos plazca y aprender de ello, tanto de los errores como de los aciertos. Es un golpe de realidad, un reflejo de nuestro día a día. ¿Cuántas veces dejamos de hacer algo pensando que tendremos tiempo más adelante? ¿Cuántas veces no disfrutamos lo suficiente pensando que ya tendremos tiempo? Cosas a simple vista tan sencillas y habituales como salir con amigos, viajar, tener una mascota, plantar un árbol, bailar, enamorarse, escribir un libro... No podemos dejar de lado las cosas que nos importan, que nos harían feliz y que pueden conseguir que nos sintamos bien con nosotros mismos por esa incertidumbre de empezar algo sin saber si lo vamos a terminar o cómo terminará. En definitiva, no limitarnos y permitirnos tener un presente mejor sin tenerle tanto miedo al futuro. Tiene bonitas reflexiones y sentimientos que me han gustado mucho, aunque también ha tenido algunos apartados que no me han terminado de convencer, ya que he echado en falta más desarrollo y profundidad en algunos momento de la trama.

Es una novela en apariencia sencilla que aborda reflexiones importantes. Se nos presenta un viaje físico pero también al interior de la protagonista, a sus sentimientos, sus pensamientos, y todo ello son, al fin y al cabo, afines a los de cualquiera de nosotros. Es una llamada de atención, un aviso al lector para que se ponga en pie y empiece a pensar más en el presente y aprovechar lo que tenemos, pues nadie sabe qué ocurrirá mañana, dónde estaremos y que será de nuestra vida y nuestra existencia. Y es una lectura que viene en un momento idóneo dada la situación de crisis económica y sanitaria que sufrimos a nivel mundial. Hay que disfrutar del hoy porque nadie sabe qué sucederá mañana. Como dicen «no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy». Pues sacándolo del contexto de las obligaciones... Debemos aprovechar el día en todos sus aspectos: reír, disfrutar, viajar, abrazar y besar a los nuestros, quedar con nuestros amigos, trabajar, leer, escuchar música... todo lo que se nos ocurra, pues nunca sabes cuando podremos dejar de disfrutar de estas cosas, ya sea por la muerte o por un virus malnacido, como nos está ocurriendo ahora mismo.

En definitiva, 'Seattle, Eligiendo Mi Final' es una novela en apariencia sencilla que aborda reflexiones importantes. Se nos presenta un viaje físico pero también al interior de la protagonista, a sus sentimientos, sus pensamientos, y todo ello son, al fin y al cabo, afines a los de cualquiera de nosotros. Es una llamada de atención, un aviso al lector para que se ponga en pie y empiece a pensar más en el presente y aprovechar lo que tenemos, pues nadie sabe qué ocurrirá mañana. Quitando aspectos de la trama que los he sentido superficiales, de los que me hubiese gustado que su autora ahondase más, es una lectura que llega en un momento idóneo, dada la situación de crisis económica y sanitaria que sufrimos a nivel mundial: aprovecha el día a día, pues nunca sabes qué será del mañana.

- Gracias a la editorial por el ejemplar -