Título: Fiebre
Autora: Lauren Destefano
Editorial: Urano
Sello: Puck
Trilogía: El Jardín Químico #2
Páginas: 351
ISBN: 9788496886285
ISBN: 9788496886285
Libros anteriores:Con ayuda de Gabriel, Rhine ha logrado escapar de la mansión y del terrible destino que la aguardaba en Efímera. Pero en el exterior se encuentran con un mundo incluso más aterrador que el que dejaron atrás.Entre los peligros que los aguardan, caen en un burdel dirigido por una cruel y demente tirana. Una vez más, Rhine debe hacerse pasar por una chica dócil mientras planea su escape. Los dos están decididos a llegar a Manhattan, donde tal vez puedan encontrar la paz viviendo con Rowan, el hermano mellizo de Rhine. Pero el camino es largo y peligroso, y además deben eludir los intentos de Vaughn, el suegro de Rhine, de regresarla a la mansión cueste lo que cueste. Y en un mundo donde las mujeres viven hasta los veinte años y los hombres hasta los veinticinco, el tiempo vale mucho más que el oro.
1. Efímera
Después de lo mucho que me gustó la primera parte de esta trilogía tenía ganas de leer su continuación. Quería esperar a que saliera el tercer y último libro, pero no he podido aguantar la tentación y ha terminado cayendo en mis manos mucho antes de que se sepa fecha oficial de salida, aunque rondará por el primer trimestre del 2014 según me ha comentado la editorial.
Como Efímera me encantó tenía muchas expectativas con Fiebre y eso ha jugado un poquito en contra. Es un buen libro pero en comparación con el anterior ha bajado un poco de nivel, o puede ser que esas expectativas muy altas no hayan sido buen consejero. Aún así, me ha gustado bastante, sólo que ha perdido un poco lo que me mantuvo enganchada en Efímera: la intriga y la poderosa y enigmática presencia del Amo Vaughn, un personaje que helaba la sangre.
En Fiebre nos volvemos a sumergir en la historia en primera persona desde el punto de vista de Rhine, continuando justamente donde nos quedamos en el libro anterior. Rhine y Gabriel han logrado escapar de la mansión y de las garras del Amo Vaughn con un claro objetivo: encontrar al hermano gemelo de Rhine. Pero el viaje no será nada fácil. Rhine creyendo haber escapado del infierno de la mansión Vaughn irá a parar a otro infierno igual o incluso peor. Ambos serán secuestrado de nuevo y llevados al prostíbulo de La Madame, como la llaman todos sus empleados, donde los usarán y drogarán con el propósito de obtener beneficios con ellos. Rhine tendrá que reunir fuerzas nuevamente para escapar de aquel lugar, salvar a Gabriel en el proceso y continuar la búsqueda de su hermano Rowan.
Nos encontramos con escenarios mucho más diversos: un parque de atracciones abandonado que La Madame usa como centro de operaciones, una casa en ruinas, un motel, un orfanato... Un cambio bastante grande con respecto a Efímera donde toda la historia transcurría en la mansión Vaughn. Cuando comencé a leer pensé que el cambio sería favorecedor pero he echado en falta la magia e intriga del primer libro. Creo que me acostumbré a la simpleza escénica y a la vez a la gran capacidad para atraparme con lo más mínimo y por eso me ha costado un poco habituarme a estos cambios. Los personajes no paran quietos, van de un lugar a otro y tienen que enfrentarme a multitud de contratiempos para seguir avanzando en el objetivo que se han propuesto alcanzar, pero carece de esa congoja, por así decirlo, que las palabras y vivencias de Rhine conseguían transmitirme anteriormente.
Lauren DeStefano sigue logrando que sientas vívidamente las situaciones traumáticas y dolorosas que experimenta Rhine, eso se mantiene, pero la ausencia del Amo Vaughn en la mayor parte del libro, el pilar antagónico de la historia y que da auténtico pavor, ha menguado un poco mi interés. Ese personaje tan siniestro, poderoso y enigmático me caló bastante en la historia y he echado en falta su presencia, pues un malo de tal calaña, que con sólo dos palabras que salgan de su boca logra que tiembles como un flan, me hace disfrutar de la lectura muchísimo más. La Madame ha estado casi al nivel, pero no me ha dado la misma sensación de escalofrío.
Lauren DeStefano sigue logrando que sientas vívidamente las situaciones traumáticas y dolorosas que experimenta Rhine, eso se mantiene, pero la ausencia del Amo Vaughn en la mayor parte del libro, el pilar antagónico de la historia y que da auténtico pavor, ha menguado un poco mi interés. Ese personaje tan siniestro, poderoso y enigmático me caló bastante en la historia y he echado en falta su presencia, pues un malo de tal calaña, que con sólo dos palabras que salgan de su boca logra que tiembles como un flan, me hace disfrutar de la lectura muchísimo más. La Madame ha estado casi al nivel, pero no me ha dado la misma sensación de escalofrío.
A lo largo del libro viajamos de un sitio a otro con Rhine y Gabriel, conocemos a personajes secundarios, personajes de paso más bien, que vienen y van. Ninguno se queda por mucho tiempo y salvo unos cuantos contados, de pocos más puedes terminar por encariñarte o sentir lástima y simpatía. La autora ha jugado con el cambio de escenario por completo, dejando la monotonía escénica y la continuidad de los personajes para el primer libro, y abordando la pluralidad de escenarios y personajes para este segundo. He echado en falta a personajes como Cecilia, Linden y, por supuesto, el lado perverso del Amo Vaughn; pero también he podido encariñarme con personajes como Loquilla y Lila.
Aunque ha tenido algún que otro punto negativo como ya he citado, también ha tenido sus cosas positivas. Ha servido como una breve pausa a las riquezas y comodidades que Rhine estaba acostumbrada a recibir como primera esposa de Linden y hemos podido observar la otra cara de la moneda, la de la pobreza y el mundo triste, traicionero, desechado y destruido que vive a la intemperie con lo mínimo para sobrevivir y haciendo todo lo que esté en su mano para vivir un día más. En 'Efímera' vimos la mejor cara del mundo distópico creado por Lauren DeStefano, y en este nos adentramos directamente en los bajos fondos de Manhattan, con todo lo que ello conlleva para los protagonistas.
Con las experiencias y sensaciones de Rhine observaremos la cruda realidad hasta que, a través de un giro inesperado, volveremos al punto de partida, donde la trama vuelve a cobrar mucho interés y peso, retomando aquella intriga y recelo que personalmente echaba en falta. A partir de entonces ya no pude despegarme de sus páginas y su final me dejó con unas ganas inmensas de leer el siguiente y último libro. Lástima que haya que esperar algunos meses para ello.
La relación entre Rhine y Gabriel se enfría un poco en esta parte. Siguen estando pendientes el uno del otro, preocupados por el bienestar de cada uno y transmitiéndose fuerzas y energías para seguir adelante, pero el ambiente en torno al cual gira este libro, el mundo exterior tan desolado y cruel, mermará la idea de paraíso que Rhine le había transmitido a Gabriel cuando estaban en la mansión. Y eso, junto a los trances que experimentan, por mucho que se tengan el uno al otro, les dejará una marca difícil de borrar, sobre todo a Gabriel que de vivir la mayor parte de su corta vida en la mansión donde pese a ser un sirviente no le ha faltado nunca de nada, se sentirá frustrado y decepcionado al verse en un mundo demasiado hostil donde tienes que aprender a dormir con un ojo abierto.
En resumen, Fiebre es un libro del que me esperaba un poco más teniendo en cuenta lo mucho que me gustó y sorprendió la primera parte de la trilogía. Es más bien un libro de transición, un desvío necesario en la vida de Rhine y en su afán por hallar a su hermano y escapar de la mansión Vaughn, donde nos encontraremos con elementos originales y dificultades a las que los protagonistas tendrán que hacer frente si quieren sobrevivir en un mundo donde lo tienen todo en contra.
Me pasó lo mismo que a ti cuando leí este libro. En mi caso, además, es que lo leí prácticamente a continuación del anterior y noté el bajón. Es curioso como el primer libro sin ser una lectura con mucha "acción" y que sólo tiene lugar en un escenario, logre enganchar tanto, y sin embargo, este segundo donde hay más escenarios, más personajes, sólo consiguen difuminar la historia.
ResponderEliminarEn cuanto a la historia... bueno, te tengo que confesar que a mi me gusta más Linden que Gabriel (pese a que el pobre Linden vive un poco en la parra y no sabe ni la mitad de cosas que pasan en su casa), pero no sé, sus escenas con Rhine me encantaban. Gabriel es diferente. Curiosamente, me gustaba más dentro de la casa que fuera. El pobre es como un pez en la tierra tratando de buscar el mar (por eso de que no encaja mucho en el mundo exterior). De todos formas, me gusta que se protejan tanto el uno al otro.
Mi parte favorita de este libro, es el final. Además que acaba de ese modo que... OMG NECESITO SABER QUE VA A PASAR!!!
Hola! (✿◠‿◠)
ResponderEliminarHace poco yo también subí la reseña de fiebre y me pasó igual que a ti, me gustó mucho menos que el primero. Me decepcionó un poco la verdad, pero el final me dejó con muchísimas ganas de leer el último libro de la trilogía :3
Besitos!!
Ya sabes que me encantó también Efímera y tengo muchas ganas de leer Fiebre. Lo tengo en mi estantería y creo que será de mis próximas lecturas.
ResponderEliminarYa he leído varias reseñas más que coinciden contigo en que ha bajado un poco de nivel, así que iré con cuidado para no llevarme una decepción.
Un beso!