Título: Estrellas Fugaces
Autora: Robyn Schneider
Editorial: Alfaguara
Páginas: 320
ISBN: 9788420484815
Lane, un chico decidido a llegar lejos, siempre ha vivido pensando en el mañana... hasta que le diagnostican una enfermedad incurable. De un día para otro, es ingresado en Latham, un centro para adolescentes en cuarentena.
Allí se reencontrará con Sadie, una chica fascinante y atrevida que sigue ofendida por un desplante que él le dio años atrás (cuando Sadie era una chica más bien aburrida). Ella y sus excéntricos amigos enseñarán a Lane a saltarse las reglas y vivir el momento pero, ¿qué te queda cuando no tienes tiempo?
En Latham, Lane descubrirá el amor, las ganas de vivir, y puede que hasta el milagro de las segundas oportunidades.
Son muchas las novelas que están apareciendo ahora y que siguen la línea de 'Bajo La Misma Estrella' de John Green, aquí incluso el título guarda un poco de similitud; pero le tenía muchas ganas a esta historia y no dudé en adentrarme en su lectura. De hecho, nada más llegarme el ejemplar me fundí entre sus páginas y lo devoré sin apenas darme cuenta. Lejos quedan las comparaciones iniciales con John Green y Robyn Schneider logra crear una historia cargada de optimismo y de amistad, con algún que otro bache y altibajo en el camino, pero siempre manteniendo la esperanza por algo mejor y por disfrutar siempre del momento, sea cual sea y sin importar nada más.
Estrellas Fugaces nos presenta a Lane, un joven de 17 años al que le diagnostican una cepa de tuberculosis resistente a todos los tratamientos médicos existentes hasta la fecha, razón por la cual acaba siendo internado en Latham, un cetro especializado en adolescentes con la misma enfermedad donde son sometidos a tratamientos experimentales y a un estilo de vida más pausado y calmado para evitar así cualquier agente externo que pueda perjudicar y retrasar la posible recuperación total. En dicho centro Lane se reencontrará con Sadie, una chica de su misma edad con la que coincidió varios años atrás en un campamento de verano; y junto a ella y su variopinto grupo de amigos, Lane aprenderá a disfrutar de su estancia en Latham y a ver la vida con otros ojos.
La novela está narrada bajo el punto de vista de ambos protagonistas: Lane y Sadie, lo que permite que les conozcamos mejor y entendamos de primera mano tantos sus miedos e inquietudes iniciales como aquellos miedos e inquietudes que se van forjando conforme avanza la historia y se hacen amigos.
Lane es un chico muy cuadriculado. Tiene su vida y su futuro planeado al dedillo y por ello su ingreso en Latham le llevará por la calle de la amargura. Con la Selectividad a la vuelta de la esquina Lane ha sacrificado mucho por estar entre los mejores de su clase y así asegurarse el acceso a Stanford y, ahora, por motivo de su enfermedad, no está dispuesto a que le arrebaten su sueño. En Latham una de las normas establecidas es evitar el estrés que conlleva los estudios, los deberes y la actividad física, y por eso los internos asisten a clases sólo por entretenimiento y aprendizaje, sin tener que preocuparse por exámenes ni deberes que llevarse a casa. Y eso para Lane es algo que no puede cumplir a raja tabla cuando su futuro depende de no bajar el rendimiento escolar y seguir al pie del cañón estudiando y preparándose para que le acepten en la universidad de sus sueños. Pero Latham, así como Sadie y su grupo de amigos, tienen un plan diferente para él y pronto se dará cuenta de que ha desperdiciado gran parte de su vida adolescente preocupándose por cosas sin importancia, o dándole importancia a las cosas antes de tiempo.
Por otro lado, Sadie es una chica que lleva padeciendo la enfermedad mucho más tiempo que Lane. Lleva internada más de un año en Latham y no recuerda más vida que Latham. Teme lo que podría encontrarse fuera una vez que supere la enfermedad, el miedo al rechazo, al desconocimiento o a que la traten diferente por haber tenido tuberculosis, así como a no encajar en ningún lado al haber vivido tanto tiempo lejos de su familia y de sus viejos amigos. Ahora, los únicos amigos que tiene y conoce son Charlie, Marina y Nick, y no se imagina regresar a su antigua vida y perder el contacto con ellos. También es una chica soñadora, amante de la fotografía, espontánea e ingeniosa. He disfrutado mucho con los capítulos narrados por ella porque la muestra en todas sus facetas: desde la Sadie más vulnerable, recordando cuando sus compañeros de clase se burlaban de ella y la usaban como objeto de bromas pesadas; hasta la Sadie más valiente y que da claros ejemplos de fortaleza y lecciones de vida. Son muchas las frases que suelta que acaban convirtiéndose en memorables.
Con respecto a los secundarios tenemos a Charlie, el artista y compositor del grupo, su sueño es llegar a ser alguien, que la gente lo recuerde por sus creaciones y por ello se pasa la mayor parte de su tiempo en Latham componiendo canciones y grabando su maqueta.
Marina, es la soñadora del grupo, una chica encantadora y amante de la ropa vintage.
Y Nick, el bromista del grupo, le encanta fastidiar a sus colegas y bromear siempre que puede, dando el toque alegre a la vida en Latham siempre que la situación lo requiera.
Como veis, son personajes muy peculiares y variopintos. No hay dos iguales y eso también le otorga a la novela un toque diferente y lejos de los clichés habituales tanto en personajes principales como en secundarios, pues ninguno de ellos se describe como el guaperas y deportista del instituto, ni como la perfecta y envidiable chica popular.
En la novela todos son chicos y chicas normales, con problemas habituales y que no destacan por nada en concreto.
Marina, es la soñadora del grupo, una chica encantadora y amante de la ropa vintage.
Y Nick, el bromista del grupo, le encanta fastidiar a sus colegas y bromear siempre que puede, dando el toque alegre a la vida en Latham siempre que la situación lo requiera.
Como veis, son personajes muy peculiares y variopintos. No hay dos iguales y eso también le otorga a la novela un toque diferente y lejos de los clichés habituales tanto en personajes principales como en secundarios, pues ninguno de ellos se describe como el guaperas y deportista del instituto, ni como la perfecta y envidiable chica popular.
En la novela todos son chicos y chicas normales, con problemas habituales y que no destacan por nada en concreto.
Y más bien por necesidad que por costumbre en este tipo de historias, también nos encontramos con su trasfondo romántico, aunque lejos de convertirse en el ingrediente principal sin el cual la trama perdería fundamento. Forma parte de la historia como una pata más pero se le da mayor importancia a otros elementos como lo son el optimismo, las ganas de superación y la amistad. Es un romance que surge de forma natural y pausada pues Sadie y Lane pasan de ser unos completos desconocidos, con un recuerdo amargo del pasado que deberán superar, a convertirse, poco a poco, en amigos y, posteriormente, en pareja.
En términos generales, me ha resultado una historia muy tierna y sincera, con lo justo de momentos dramáticos, sin necesidad de regodearse en el sufrimiento y sin crear florituras para endulzar y colorear la intencionalidad del argumento.
En resumen, 'Estrellas Fugaces' es una historia sobre superación, amistad y amor adolescente, con grandes valores y lecciones de vida. Nos hará disfrutar tanto de ratos divertidos y agradables como de otros algo más amargos, pero siempre dejando una sensación de optimismo y de aprendizaje de la mano de unos personajes sencillos y cercanos que ríen, lloran, sueñan y temen al futuro incierto tanto como cualquiera. Como dice Sadie: «Todos nos estamos muriendo. Algunos durante noventa años y otros durante veinte. Pero cada mañana todos y cada uno de los seres de este planeta despiertan un día más cerca de la muerte. Así que vivir y morir, en el fondo, son dos formas distintas de definir lo mismo.» Una novela que dejará reflexiones memorables como esa.
Hola!!
ResponderEliminarA mí también me gustó mucho. Me gustó que se alejara de los clichés típicos de este tipo de novelas.
Y que tuviera más de humor que de drama.
Fue muy bonito, la verdad.
Besos!
Hola!
ResponderEliminarme llama muchísimo la atencion, a ver si puedo leerlo pronto.
Un besote!
A mi que TFIOS no terminó de convencerme, me encanta descubrir historias del estilo que si lo hacen. Probaré con este a ver.
ResponderEliminarBesos