Reseña: 'La Carcoma' de Daniel Fopiani

Título: La Carcoma

Autor: Daniel Fopiani

Editorial: Versátil

Páginas: 236

ISBN: 9788416580842

Un escritor en horas bajas es incapaz de escribir nada decente. El éxito comercial de su última novela parece haberle arrastrado hasta un bucle de inseguridad que lo mantiene bloqueado ante la página en blanco. Se obliga a tomar unas vacaciones y aislarse durante un tiempo en la Sierra de Cádiz, un retiro espiritual donde olvidarse de la presión de la editorial, de las facturas sin pagar y de las llamadas telefónicas constantes. Con el paso de los días descubre que, en la cabaña donde se aloja, aparece un nuevo número pintado en la pared cada mañana. Una cuenta atrás sin explicación aparente que termina sumiéndolo en la mayor de las obsesiones. Es probable que su vida corra peligro y el tiempo apremia. Los números no perdonan. Una crisis creativa, un cambio de escena, sucesos misteriosos, muerte, amor y reconciliación con uno mismo. Todo ello con un sabor profundamente rural y gaditano, contado con una narrativa fresca, ágil y sin tapujos. Estos son rasgos distintivos de Fopiani que lo hacen destacar dentro del género con toques ligeramente underground. La Carcoma es un pueblo, pero también una metáfora.

La Carcoma es una novela que llamó mi atención nada más saber de ella por su sinopsis, al ver que se trataba de una novela de suspense con cierto toque sobrenatural entre sus páginas, algo perfecto para estas fechas del año con la celebración de Halloween y la noche del terror a la vuelta de la esquina. Pero también me atrajo por otro motivo como es el emplazamiento de la historia, al igual que la procedencia del autor: Cádiz. A todos nos gusta leer novelas de autores de nuestra tierra, y si el argumento de la novela también tiene como escenario las calles que pisamos a diario, sin duda alguna es una aliciente mucho más atractivo, ya no solo por el hecho de reconocer los lugares por los que camina o que evoca el personaje, sino también porque es más sencillo para el lector introducirse en la historia y tener una imagen clara de cada escenario y de las descripciones narrativas. Así que, por ese lado, me he sentido muy cómoda con la lectura.

En La Carcoma conocemos a Ramsés, un escrito de veintinueve años con un pasado turbulento en cuanto a malas elecciones y drogas, que tiempo atrás encontró en la escritura su vía de escape. Con dos libros de éxito publicados, lleva tiempo entre la espada y la pared al haber firmado contrato con una de las editoriales más grandes del panorama literario para la publicación de su próximo éxito, una novela que sigue con las páginas en blanco y con una fecha límite que está a punto de expirar. Si el bloqueo de autor no se le termina pronto, la editorial tomará las medidas legales oportunas por incumplimiento de contrato y Ramsés se verá en la calle sin un duro y sin dónde caerse muerto. Por suerte para él, cuenta con Juaje, un gran amigo que trabaja como concejal en el Ayuntamiento de Cádiz que, en uno de sus encuentros para tomar unas copas a pie de playa, le ofrece pasar un tiempo alejado de la civilización en la cabaña que heredó de su tío en La Carcoma, un pequeño pueblo de la sierra de Cádiz, donde podrá desconectar de todo y centrarse en escribir su libro. Sin embargo, cuando Ramsés llega a La Carcoma se encuentra con un escenario y unos habitantes poco serviciales y amigables que tienen más interés en echarlo del pueblo que en hacerle sentir bienvenido. Y, por si eso no fuera suficiente, al día siguiente de instalarse en la cabaña de su amigo, algo extraño empieza a suceder: un número doce corroído y quemado aparece en una de las paredes de la cabaña, suceso que dará inicio a una cuenta atrás diaria y a la obsesión y desconcierto de Ramsés por descubrir lo que está ocurriendo.

Son muchas las preguntas que el lector se va haciendo sobre la marcha, al igual que Ramsés, y que no hacen más que incrementar las dudas y el desconcierto por todo lo que va pasando a su alrededor. El autor sabe llevar muy bien al lector por el camino de la incertidumbre, haciendo sospechar y evaluar toda posibilidad: ¿nos encontramos ante un caso sobrenatural o hay alguien detrás de todo? ¿Qué secretos se esconden en la cabaña? ¿Qué razón de ser tienen los números que va encontrando día a día y que asemejan a una cuenta atrás? ¿Qué ocurrirá el día que la cuenta atrás llegue a cero? ¿Por qué nadie se toma en serio las denuncias de Ramsés y su temor a que alguien esté al acecho alrededor de la cabaña? ¿Con qué propósito sale esa cuenta atrás en las paredes? ¿Qué tiene que ver todo eso con Ramsés, un simple forastero que llega a La Carcoma a pasar unos días en la cabaña de su mejor amigo? Y así, las páginas van pasado, metiendo al lector en un mar de dudas y extrañezas, tratando de atar cabos con las pequeñas pinceladas y pistas que Daniel Fopiani va dejando con elegancia y cuidado, guiándote hacia donde él quiere.

La verdad es que mi mente ha viajado a todo tipo de posibilidades, finales y giros de trama, desde lo más sobrenatural, pensando que la casa está encantada y que la cuenta atrás está relacionada con un misterioso y trágico suceso ocurrido años atrás en su interior, hasta la idea de que todo es más real y humano de lo que aparenta y que alguna mano anónima maneja los hilos y trata de causar un temor visceral en Ramsés con una intención que se seguía escapando a mi entendimiento. Y eso es lo que más me ha atrapado de esta historia: la habilidad del autor de crear una trama donde todo es posible, donde lo sobrenatural se mezcla y entrecruza con lo racional y auténtico, no siendo hasta casi el final de sus páginas cuando todo cobra sentido y vemos la imagen completa.

Pero si el grosor de la trama de por sí no contase con la fuerza suficiente para atrapar y cautivar a los lectores más exigentes, Daniel Fopiani guarda un segunda as bajo la manga en el último capítulo de la novela que hizo del final algo mucho más diferente, metódico y calculado. No sé cómo explicarlo para evitar spoilers pero, una vez que terminé el último capítulo, me puse a hacer relectura de las últimas páginas del primero y... TODO ENCAJÓ. Es algo que pasa totalmente desapercibido y en lo que no caes hasta que terminas la lectura y recuerdas el pequeño fragmento que leíste al principio. Desconoces la importancia del mismo hasta que Daniel Fopiani pone todas sus cartas sobre la mesa. En serio, ¡genial!

La novela se sucede en capítulos marcados por una cuenta atrás que comienza en el doce. Tenemos un prólogo y un capítulo introductorio que nos pone en situación, comenzando la cuenta atrás de capítulos el día en que el protagonista llega al pueblo. Cada capítulo narra un nuevo día, con su correspondiente número en cuenta regresiva y, con ello, la investigación y el nerviosismo creciente de Ramsés ante el hecho de intentar darle explicación y sentido a algo que empieza a preocuparle y desquiciarle.
Es la primera novela que leo de este autor gaditano y no creo que sea la última. Me ha sorprendido mucho la habilidad que tiene para esconder evidencias entre sus palabras y que pasen totalmente inadvertidas para el ojo y la perspicacia del lector. Tiene una narración directa, cercana y sencilla que engancha y anima al lector a ser partícipe de las pesquisas y la inquietud de su protagonista en un juego que no hace más que comenzar nada más llegar a La Carcoma y que continúa incluso después de descubrir toda la verdad oculta tras la cuenta atrás y los extraños sucesos y secretos que rodean al pueblo y a sus habitantes.

En resumen, 'La Carcoma' es una novela cargada de intriga que absorbe desde la primera página. Con un argumento donde lo sobrenatural y lo racional se entrecruzan y moldean de forma espectacular con el propósito de hacer dudar al lector en todo momento. Un trabajo muy logrado y que he disfrutado muchísimo, sobre todo por la táctica que emplea Daniel Fopiani y que, en mi caso, le ha funcionado, al incluir señales a las que no presté atención hasta que fueron demasiado evidentes.

- Gracias a la editorial por el ejemplar -