Reseña: 'Pídeme lo que Quieras' de Megan Maxwell

Título: Pídeme lo que Quieras

Autora: Megan Maxwell

Editorial: Esencia 

Trilogía: Pídeme lo que Quieras #1

Páginas: 464

ISBN: 9788408034513

Tras la muerte de su padre, el prestigioso empresario alemán Eric Zimmerman decide viajar a España para supervisar las delegaciones de la empresa Müller. En la oficina central de Madrid conoce a Judith, una joven ingeniosa y simpática de la que se encapricha de inmediato.

Judith sucumbe a la atracción que el alemán ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes... Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Eric empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de su relación.

Quería leer esta trilogía erótica de Megan Maxwell desde que se comenzó a hablar de ella pero nunca sentía que era el momento para comenzarla, siempre decía 'será mi próxima lectura' y jamás lo cumplía. Hasta que en una cena con mis amigas comenzaron a hablar tanto del libro que se lo pedí a una de ellas; y fue llegar a casa, terminar el que estaba leyendo y ponerme con él enseguida. Y, ¿la verdad? ¡Por qué he tardado tanto en leerlo!

Judith Flores trabaja en una empresa alemana en Madrid. Un día, en su descanso para almorzar se queda encerrada en el ascensor del edificio donde trabaja con unas cuantas personas más del personal y con un hombre muy apuesto al que no conoce y con el que mete irremediablemente la pata. Cuando se da cuenta de que ese mismo desconocido es el CEO de la empresa, Eric Zimmerman, su vergüenza aumentará aún más, sobre todo porque Eric no parece querer dejar de lado aquel encuentro en el ascensor. La acosa hasta que Judith no puede resistirse más y cae en su juego, no sin antes advertirle que en lo que respecta al sexo le gusta el morbo, la excentricidad y los juegos sexuales no sólo entre dos personas, sino entre más.

Judith, una mujer cuya vida sexual ha sido de lo más normalita tendrá sus dudas y reticencias a adentrarse en el mundo que Eric Zimmerman le pone por delante pero, como bien dice su jefe, el morbo es un juego vicioso que te hace llegar a límites insospechados, y pronto caerá rendida en el juego de ese hombre por el que comienza a enamorarse.

Pero Eric guarda algunos secretos y, pese a que también está comenzando a sentir algo por esa española y su afilado carácter, sabe que tiene que ser sincero con ella. No quiere hacerla sufrir y debe recaer en ella la decisión de seguir a su lado o abandonarle. 

Resulta imposible no hacer un poquito de comparación con la trilogía de 'Cincuenta Sombras de Grey', pero para no extenderme mucho tengo que decir que el comienzo de esta trilogía de Megan me ha gustado muchísimo más que la de E.L. James, ya no sólo por el toque de humor, chispeante y divertido que rebosa la protagonista con sus ocurrencias, sus paridas y el genio español que tiene (algo carente en el personaje de Anastasia); sino también por la historia, con algo más de carga dramática y profundidad tras todo el abanico de sesiones sexuales, encuentros subidos de tono y algo que hasta ahora no me había gustado en algunos libros erótico que he leído y que Megan sabe llevarlo bastante bien y termina resultando algo natural y normal: el intercambio sexual, las orgías y el voyeurismo. Si el BDSM es un tema bastante tabú y que ahora se está abriendo paso en la lectura, ya ni hablemos de las orgías y los intercambios... Pero la historia y la pluma de Megan logran que todo esos escenarios sexuales queden como algo morboso para los protagonistas y natural, una historia de amor diferente, y con bases diferentes también.

Los personajes son vivos, con sangre en las venas; y eso es otro punto que me ha gustado de este libro. Judith, como ya he comentado, es un personaje que desprende chispa, desparpajo y sabe bien lo que quiere y cuando lo quiere. Ha descubierto algo nuevo, una forma distinta de placer a través de Eric y, aunque ni en toda su vida se veía practicando algo así, ahora sabe admitir que se siente atraída por ese juego vicioso y no se avergüenza de ello. Acaba abrazando las perversiones de Eric con el mismo interés y placer que él. Y aún así, aún cayendo a los pies de su hombre sabe plantarse cuando se merece un par de contestaciones y gritos bien dados; no se amilana con nada y al final del libro veremos que es una española con los ovarios bien puestos y dura de roer y convencer cuando se le mete algo entre ceja y ceja.

En cuanto a Eric, me ha gustado que, a diferencia de otros muchos libros que ya he leído de este género, se rompe un poco el esquema del típico hombre hipermega posesivo e hipermega controlador. Eric tiene un poquito de ambas cosas, pero no llega a ser radical y asfixiante, aunque con una mujer como Judith al lado, con esa personalidad arrolladora, tampoco es que le quede mucho remedio. Se molesta cuando Judith hace algo que se escapa a su control, pero no se transforma en un loco protector que le prohíbe hacer todo aquello que no pase por su filtro y no la introduce en una burbuja protectora; más bien aguanta como puede las situaciones en las que Judith puede o podría salir mal parada y luego respira aliviado al saber que no le ha pasado nada o bien se queda a su lado velándola y ayudándola a sobreponerse. Y eso me ha gustado mucho de este personaje, que la correa en el cuello de las mujeres ya me estaba hartando...

Otro aspecto que me ha gustado del argumento es que no es el hombre el que hace algo malo y provoca el punto de inflexión en la historia. Esta vez la víctima no es la mujer y todo queda en standby por un malentendido provocado por ella. Estos libros siempre tratan a la mujer como la parte frágil de la relación, la que acaba rompiéndose en pedazos por algo de la vida del protagonista o por descubrir secretos de su pasado. Por primera vez, con 'Pídeme lo que Quieras' es Eric quien queda inicialmente destrozado por algo que descubre, y me gusta que de vez en cuando se dé un cambio de tuercas y sea el hombre quien se sienta decepcionado y dolido por algo que aparentemente ha hecho su pareja.

La pluma de Megan Maxwell me sigue pareciendo fantástica. Tiene una forma muy cercana, divertida y hábil de adentrarnos en la historia con esas personalidades tan vivaces y ricas de sus personajes. Perdí la cuenta de las veces en las que tuve que parar la lectura porque las ocurrencias de Judith me hacía llorar de la risa. Personajes así son los que consiguen engancharte en la lectura y mejorar nuestra percepción de todo el conjunto.

Los encuentros sexuales, dentro de la diferencia que resulta leer sobre orgías e intercambios de pareja, se lleva con bastante naturalidad y maestría, no resultan vulgares.

En resumen, 'Pídeme lo que Quieras' comienza con muy buen pie una trilogía que viene para romper con los esquemas habituales en el género erótico. Con bastante sensualidad, delicadeza y convicción, Megan Maxwell desarrolla una historia de amor diferente y arriesgada en cuanto al tema sexual, y con unos personajes perfilados y llenos de vida y desparpajo.