Crítica: El Juego de Ender

Título: El Juego de Ender

Título original: Ender's Game

Año: 2013

Director: Gavin Hood

Guión: Gavin Hood (Novela: Orson Scott Card)

Música: Steve Jablonsky

Fotografía: Donald McAlpine

Reparto: Asa Butterfield, Harrison Ford, Hailee Steinfeld, Ben Kingsley, Viola Davis, Suraj Partha, Abigail Breslin, Moises Arias, Jimmy 'Jax' Pinchak, Aramis Knight, Brendan Meyer, Conor Carroll, Khylin Rhambo, Brandon Soo Hoo, Nonso Anozie

Setenta años después de una guerra entre seres humanos y extraterrestres, un niño es enviado a una escuela militar espacial con el fin de prepararlo para una futura invasión. Adaptación de la popular novela de ciencia-ficción de Orson Scott Card. 

'El Juego de Ender' ha sido una de las pocas adaptaciones que he visto sin haberme leído el libro. Me gusta la ciencia ficción pero, quitando por un lado que no he podido comprarme el libro, había algo en mí que me decía que fuera a verla sin ideas previas. He leído comentarios de personas que sí se han leído el libro que opinan que es una buena adaptación, y lo cierto es que, sabiendo únicamente lo básico sobre la trama, al final acabó sorprendiéndome más de lo que me imaginaba.

Poniéndonos en situación, nos encontramos en el futuro, donde hace unos 50 años unos extraterrestes atacaron la Tierra con la intención de colonizarla. Desde entonces, los humanos se preparan para otro posible ataque. Es así como el Ejército Internacional se encarga de reclutar y formar a los adolescentes más inteligentes de la tierra para la posible guerra. Ender Wiggin, uno de esos adolescentes, destaca sobre todos los demás, convirtiéndole en el perfecto líder para salvar a la humanidad.

A través del entrenamiento, los simulacros y exámenes a los que se tiene que someter Ender observaremos una notable evolución del personaje hasta convertirse en el líder que sus superiores esperaban de él. Pero al mismo tiempo, a Ender se le presentará una serie de dilemas morales que harán de la historia algo mucho más que videojuegos y entrenamientos rutinarios: lo que está bien y lo que está mal, si el fin justifica los medios, si merece la pena una guerra contra una raza extraterreste que lleva años sin mostrar signos de violencia...

Al verla sin tener la más mínima idea de con lo que me podía encontrar, el final me pilló absolutamente por sorpresa y me quedé con la boca desencajada y una sensación más bien ambigua. Sin duda alguna mejoró muchísimo mi opinión sobre la cinta porque, a partir de ahí, comencé a comprenderlo todo. No todos los malos son tan malos y los buenos tan buenos, y con ese final se ve claramente la facilidad de manipulación de la mente humana, sobre todo en la adolescencia, capaz de convertir a criaturas inocentes en los soldados más fieles e inteligentes, y todo ello basado en la mentira y el engaño. 

Como siempre en este tipo de película lo que destaca son los efectos especiales y el diseño, y como suele suceder en este tipo de producciones todo está a la altura de las expectativas y de las nuevas tecnologías cinematográficas. Hay algunas escenas que me han gustado mucho, como por ejemplo la sala de gravedad cero donde entrenan y luchan entre equipos y la simulación del combate final, así como los trajes de combate, las naves de guerra, los mundos insectores... No tengo pegas para este aspecto cinematográfico. 

Sin embargo, si no llega a ser por ese giro y sorpresa final, la película hubiera alcanzado un simple aprobado: entretenida pero nada más allá. Todo se concentra en los entrenamientos, no hay mucha acción, salvo el aprendizaje y el combate entre los reclutas, pero es una acción segura, por decirlo de alguna manera y no provoca la emoción de una batalla real. Eso sin contar la rapidez con la que se narra el adiestramiento de Ender, que parece ascender de un cargo a otro a la velocidad de la luz. Supongo que es normal al tratarse de una película donde tienen que acortar el tiempo que transcurre en el libro para que todo cuadre en menos de 2 horas de cinta, sin embargo se siente algo forzado por mucho que la evolución de Ender se refleje bastante bien, pasando de un chico introvertido y serio a un auténtico líder capaz de abrirse un poco más a los demás y cumplir con su misión fuera de las órdenes de sus superiores, un líder hecho y derecho que finalmente hace lo que le dicta su corazón y moral. Otro punto positivo para la historia pero que me hubiese gustado que explotaran más profundamente.

En resumen, 'El Juego de Ender' es una buena película de ciencia ficción, algo lenta al comienzo pero con un final inesperado y muy presente en buena parte de la historia de la humanidad: el fin justifica los medios. ¿La supervivencia tiene límites éticos o podemos hacer lo que haga falta para sobrevivir?