Reseña: 'Yo Estuve Aquí' de Gayle Forman

Título: Yo Estuve Aquí

Autora: Gayle Forman

Editorial: Ediciones Urano

Sello: Puck

Páginas: 281

ISBN: 9788496886476

Cody creía saberlo todo acerca de su mejor amiga. Pero algunos secretos son profundos como océanos. Y nos arrastran con ellos. El suicidio de Meg ha dejado a Cody devastada. Meg era la chica que todas querrían ser: admirada, inteligente, brillante, con una personalidad arrolladora… ¿Qué la ha llevado a poner fin a su vida, y de forma tan meticulosa, tan planificada? ¿Cómo es posible que Cody haya pasado por alto las señales de que algo así pudiera suceder, si ambas lo compartían todo? Cody necesita entender, conocer, reescribir su amistad. Eso es lo que intenta cuando se desplaza a la universidad de Tacoma a recoger las cosas de Meg.
Un viaje que pondrá en entredicho todo cuando creía saber sobre su amiga. Un camino que la enfrentará a cuestiones difíciles de sobrellevar… y que la llevará al límite de sí misma.

 

Gayle Forman una vez más me vuelve a sorprender y a atrapar con una historia que no deja indiferente. Con una delicadeza sublime, Gayle Forman toca un tema tan delicado, duro y difícil como el suicidio desde un prisma de superación, culpabilidad y necesidad de encontrar aquello que permita a la protagonista seguir adelante aceptando los hechos de una realidad que está ahí, invisible al ojo humano y que se camufla en el interior de cada persona. En muchos casos, la depresión y las inclinaciones suicidas no son estados que se perciban a simple vista. No van ligados a crecer en una familia desestructurada, a no lograr nada en la vida, a no sacar buenas notas, etc. Hay veces que las personas en apariencia felices y rodeada de familiares y seres queridos son las más afectadas emocionalmente, siendo el caso de Meg, la mejor amiga de nuestra protagonista, una chica que en apariencia parecía tenerlo todo: lista, guapa, con una familia unida y acogedora, amistades por doquier... que decide quitarse la vida. Es por ello que Cody no logra entender que Meg se haya suicidado. No entiende cómo puede haber sido su mejor amiga si ni siquiera se ha dado cuenta de que algo andaba mal, de que su amiga estaba sufriendo tanto que sólo vio una salida: suicidarse. Cody se siente mal consigo misma, se siente mal con su propia amiga pero, al mismo tiempo, siente que hay algo turbio en su muerte y no descansará hasta hallar todas las respuestas. Con el ordenador de Meg como punto de partida y con la excusa de ir a la Universidad de Tacoma a recoger las pertenencias de su amiga, Cody empezará a investigar la vida de Meg, sus relaciones, sus contactos, su comportamiento con los demás; cualquier cosa que le ayude a averiguar por qué decidió poner fin a su vida y, sobre todo, por qué no confió en ella para ayudarla a superar los problemas a los que hacía frente antes de tomar su decisión final. 

Y así nos encontramos con una novela dividida en dos vertientes bien marcadas y ligadas entre sí. Somos testigos del duelo de Cody, de cómo hace frente a la muerte de su mejor amiga y las diferentes etapas y emociones por la que pasa, al tiempo que investiga todo lo referente al pasado de su amiga con el fin de hallar el desencadenante de su decisión, un proceso que la llevará por un camino difícil y peligroso al tener que hacerse pasar por otra persona e incluso rozar la ilegalidad hackeando cuentas de correo electrónico y rastreando IPs que puedan conducirla hacia la verdad.
Pero no será algo que realice sola. Cody contará con la ayuda de los compañeros de residencia de Meg; y de Ben, un joven músico al que Cody culpa de la muerte de su amiga nada más conocerlo. Sin embargo, las apariencias engañan. Ben también arrastra un resquicio de culpa por la muerte de la joven y se unirá a Cody en su empresa particular siempre, cuando y hasta donde ella se lo permita.

Cody es una protagonista que me ha gustado mucho. Me ha resultado muy fácil conectar con ella, con su dolor y con la infinidad de cuestiones que se plantea en cuanto a la vida y a su mejor amiga. Su dolor está presente a lo largo de la novela, siendo lo que la mueve a seguir adelante y a luchar por encontrar lo que cree que es justo en la situación que le ha tocado vivir. Pero ojo, no es un dolor que nos lleve al drama y a estar fustigándonos a cada paso de la lectura. Es un dolor que se refleja en culpa, en reflexiones y en recuerdos y anécdotas de su amistad con Meg; todo ello guiado por la investigación, el proceso que ayuda a la protagonista a encontrar las respuestas que necesitaba, unas respuestas que quizás no fueran las que deseaba encontrar, pero sí aquellas que le permitirán encontrar su punto y final y seguir adelante aceptando que las cosas son como son.

El romance que surge me ha resultado muy delicado y cuidado, siempre ocupando un papel muy secundario y sin emborronar la trama principal. El romance es un mero apoyo y transmite realidad al argumento pues en ningún momento los protagonistas abandonan su propósito para dar paso a los sentimientos. Aquí no hay promesas de amor eterno ni algodones de azúcar; sólo dos personas afectadas por la pérdida de alguien cercano que se apoyan el uno en el otro y que acaba dando lugar a emociones que no creían posibles, dada la primera impresión que se llevaron el uno del otro. 

Los últimos capítulos son los que guardan la parte más aguda y triste de la historia. La verdad que se descubre encoge el corazón y personalmente me sorprendió por la realidad que camufla ya que, según la autora en sus notas finales, es algo muy frecuente en Estados Unidos y una lucha constante por impedir que jóvenes representados bajo la figura de Meg en esta novela, lleguen a experimentar y encontrarse en situaciones similares, siendo guiados por manos equivocadas, sin ser capaces de reconocer que tienen un problema ante sus seres queridos y profesionales, aquellos que verdaderamente les pueden ayudar y apoyar para hacer frente a su situación. Gayle Forman afronta este tema con gran maestría, conciencia y delicadeza, demostrando una vez más que su pluma está hecha para abordar temas actuales y peliagudos con una sensibilidad e intensidad que dejan huella.

En resumen, 'Yo Estuve Aquí' es una novela cargada de sentimientos que nos encogerá el corazón. Con una protagonista fuerte y decidida que no se rendirá hasta hallar la verdad en las razones del suicidio de su mejor amiga, aunque esas razones quizá no sean las que ella necesitaba o esperaba para poder aceptar su muerte y seguir adelante. Una historia que guarda mucho de realidad, donde Gayle Forman vuelve a atraparnos y a demostrar que su pluma está hecha para aleccionar y desentrañar el corazón y la mente de los jóvenes.