Reseña: 'Hecho en el Cielo' de Estefanía Jiménez

Título: Hecho en el Cielo

Autora: Estefanía Jiménez

Editorial: Ediciones Kiwi

Páginas: 352

ISBN: 978-84-16384-40-2

¿Puede el juego egoísta e imprudente de dos seres superiores influir en la felicidad de las personas?
Las vidas de Celeste y el afamado actor Jake Smart ya eran bastante complicadas sin necesidad de que la sexy ángel Gabi y el granuja demonio Amon decidieran jugar con ellas.
Una apuesta y un deseo concedido como premio, ¿cómo no luchar por ganar aunque sea rompiendo las normas?
Desde que ángel y demonio firman su acuerdo, las vidas de los dos mortales se convierten en un torbellino de problemas, complicaciones y situaciones inverosímiles.
¿Estará su destino hecho en el Cielo?

Hecho en el Cielo es el primer libro que leo de Estefanía Jiménez. Su trama despertó mi interés inmediatamente. Tenía pinta de ser una historia divertida, con las intromisiones de ángel y demonio en el desarrollo de una relación romántica, pues ambos parten con propósitos y metas diferentes en cuanto al destino y el final que quieren para esa relación, al tiempo que vamos viendo las dificultades y la forma de afrontar los baches que estas dos criaturas divinas les ponen en el camino a Celeste y Jake, los dos humanos seleccionados como títeres de la apuesta forjada.

Celeste es una chica que está pasando por el peor momento de su vida. Es dueña de una librería del barrio gótico de Barcelona, un espacio que adora, y trabaja como voluntaria en la perrera Garras y Patas. Además, desde que tiene uso de razón está total y perdidamente enamorada de Jake Snart, el actor del momento. Estos tres pasatiempos son lo único que le dan fuerzas para seguir adelante. Su ex marido, Fran, ha logrado manipularla y engañarla hasta el punto de arrebatarle todo lo que ama. Ahora vive bajo el yugo de Fran y con el miedo de que un día de estos tome la decisión de echarla a la calle sin nada. Sólo los esporádicos mensajes privados a través de Facebook con su actor favorito logran apaciguar la congoja y el miedo que la atenazan.

Jake Snart es la estrella del momento, un apuesto actor de treinta años que está en lo mejor de su carrera cinematográfica. En cambio, en lo que a salud se refiere, el tumor cerebral cada vez le dificulta más guardar las apariencias y vivir una vida normal y corriente de cara a las cámaras y a su público. Es por ello que, aún en contra de las recomendaciones de su médico, decide tomarse unos días libres y viajar a España, a Trujillo (Cáceres), para desconectar y huir de la prensa americana.

Y allí, en Trujillo será donde la magia o, mejor dicho, el juego de ángel y demonio, Gabi y Amon, respectivamente, dé comienzo, haciendo que Jake y Celeste crucen caminos y el hilo del destino empiece a hilar alrededor de ellos. ¿El problema? Que Amon ha pactado en contra del romance, no cree que exista el amor verdadero, eso que los humanos llaman "hecho en el cielo" y pondrá toda la carne en el asador para impedir que esos dos coman perdices para siempre. Además, el premio si gana la apuesta es demasiado suculento como para no luchar por él. Por en contrario, Gabi, como ángel que es, sí cree en el amor a primera vista y todas esas cursiladas a lo Cupido, por lo que también torcerá su mano en el sentido contrario al de Amon para demostrarle que los ángeles siempre tienen la razón.

¿Qué tipo de baches y peligros podrán esas criaturas divinas en el camino de Jake y Celeste? ¿Podrán los dos superar cualquier contratiempo? ¿Logrará Amon salirse con la suya? ¿Y Gabi, tendrá razón y Jake y Celeste están hechos el uno para el otro? ¿Cómo interviene el destino en todo esto?

La premisa de la historia me ha resultado de lo más divertida y diferente y me ha mantenido muy enganchada a sus páginas. Nos encontramos con dos tramas paralelas e interconectadas entre sí. Por un lado tenemos a Amon y Gabi, los culpables e iniciadores del posterior caos que perjudicará a los protagonistas humanos. Todo comienza con la apuesta de ambos y la búsqueda de dos almas a las que torturar, digo, conectar, con el fin de demostrar cuál de los dos tendrá razón y se llevará el premio a casa: si el amor es una pantomima con fecha de caducidad como atestigua Amon, o si por el contrario cuando dos almas están destinadas a encontrarse y amarse no importa nada más y pueden superar cualquier barrera, como defiende Gabi. A raíz de este pacto, las apariciones de Amon y Gabi se mantienen a lo largo de la historia aportando el toque divino, misterioso y mágico del argumento, torciendo y maleando el destino, los hechos y las decisiones de Jake y Celeste a favor de cada uno, al tiempo que la relación amor odio de ángel y demonio también sigue forjándose y provocándoles comederos de cabeza. Y, por otro lado, tenemos a los dos conejillo de indias, Jake y Celeste, que sufrirán en carne propia los movimientos de varita de Amon y Gabi, protagonizando momentos tanto divertidos como de puro pánico, vergüenza y hachazos de realidad que les hará viajar en una montaña rusa de sentimientos y caída de las nubes.

En cuanto a los sentimientos he tenido una lucha interna porque por momentos me parecían emociones demasiado vagas y precipitadas y al momento siguiente mi cabeza les daba sentido al tratarse de sentimientos agilizados y movidos por manos externas. Por parte de Celeste, enamorada hasta las trancas de Jake desde pequeña, no me ha resultado tan chocante que nada más conocerle pierda las bragas por él. Es su actor favorito y siempre ha soñado con momentos como aquel, en cómo se desarrollaría todo si tuviese la oportunidad de tenerlo frente a frente; y una vez que se presenta esa posibilidad la abraza sin pensárselo dos veces, algo que seguramente haríamos tod@s con nuestro artista favorito. Pero por parte de Jake, pese a que se hace notar bastantes veces en la novela el desconcierto del actor por empezar a sentir mariposas en el estómago por alguien que conoce de horas, al tiempo que se trata de justificar por otras circunstancias, no deja de ser un instalove camuflado y adornado que me ha costado asimilar.

Los personajes han sido el apartado más jugoso de la novela. Amon es el que más me ha gustado porque, pese a ser un demonio y tratar de salirse con la suya a toda costa en la apuesta, acaba demostrando tener su corazoncito e incluso algo de moral en cada una de las situaciones en las que tanto él como Gabi ponen a los protagonistas. Es un demonio y no le duele el pecho a la hora de ponérselo un poco difícil a Jake y Celeste, al menos al principio. Sin embargo, con el tiempo, la cercanía a esos dos jóvenes empieza a hacerle mella y a preguntarse si todo está verdaderamente justificado por ganar una apuesta. Es una evolución que me ha gustado mucho y que dice también bastante del personaje, haciendo ver que no todos los malos son tan malos ni los buenos tan buenos, como es el caso de Gabi, un ángel que me ha transmitido más frialdad y apatía que Amon. Guiada por su deseo de demostrar que el amor existe, el orgullo la ciega y no le deja ver más allá de ganar la apuesta, más por ella que por la propia demostración de los hilos del destino, manipulando incluso a Amon para torcer las cosas a su favor. Es un buen personaje, que ha sabido darle juego a la situación, pero como ángel no se lleva la matrícula de honor.

Por otro lado, también tenemos a Iker, Óscar y Javier, los tres amigos de Celeste, al que se une posteriormente Hernán, amigos incondicionales y desinteresados que ayudarán a la joven en todo lo habido y por haber. Los cuatro tienen una amistad a prueba de balas y me ha resultado muy entrañable. Además, Iker, Óscar, Hernán y Javier también tendrá su hueco en la trama, desarrollando su propia y particular historia de amor. Y, Fran, por supuesto, antagonista con todas sus letras que perjudicará aún más si cabe la vida de Celeste y, por consiguiente, la de Jake, sin necesidad de intervención divina.

En general, la historia me ha gustado, ha sido un soplo de aire fresco y una forma divertida y diferente de vivir el amor, pero me ha faltado más pasión y profundidad en las emociones y el desarrollo de los hechos, al menos al principio con la primera toma de contacto entre los protagonistas y de cara a la expresión de esas mariposillas en Jake, con algo más de base y sin dejarlo a los tejemanejes de ángel y demonio o a los cambios de humor y de comportamiento que a veces le provoca el tumor cerebral. Una relación "hecha en el cielo" como se pretende vender en esta historia no debería fundarse por una de las partes en enajenaciones mentales o movimientos de varita, sino por algo más profundo y arraigado. Por lo demás, ha tenido muy buen desarrollo y los últimos capítulos te mantienen en tensión y alerta temiendo lo peor...

En resumen, 'Hecho en el Cielo' es una novela diferente y divertida donde el amor de dos jóvenes tocados por el destino se convertirá en el tablero de ajedrez de un ángel y un demonio dispuestos a demostrar sus posturas en cuanto al amor verdadero. Una historia sin muchas pretensiones que te hace disfrutar; con personajes entrañables, con peligros y temores que te mantienen alerta y con dos historias interconectadas entre humanos y divinidades a las que les queda mucho por aprender en cuestiones del amor y del destino. 

- Gracias a la editorial por el ejemplar -