Reseña: 'El Día Que Dejó de Nevar En Alaska' de Alice Kellen

Título: El Día Que Dejó de Nevar En Alaska

Autora: Alice Kellen

Editorial: Titania

Páginas: 352

ISBN: 978-84-16327-39-3

Un chico con el corazón de hielo. Una chica que huye de sí misma. Dos destinos que se cruzan. Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte tanto su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás. Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad. La nieve empieza a derretirse. Y todo encaja.

El Día Que Dejó de Nevar En Alaska es una novela que tenía en la estantería esperando desde hace algún tiempo y que he cogido con ganas. Es una novela Young Adult con un romance muy bonito y bien desarrollado donde sus protagonistas aprenden a superar las heridas del pasado y a encontrarse a sí mismos.

Heather está huyendo de su vida en San Francisco, y es por ello que decide trasladarse a Inovik Lake, en Alaska. En cuanto llega conoce a John, un vecino cascarrabias que cría perros, entre ellos Caos, con el que Heather entabla una amistad y conexión inmediata. También conocerá a Seth y Nilak, sus compañeros de trabajo en el bar del pueblo, aunque su relación con Nilak será dura de roer, pues no muestra interés en entablar conversación y mucho menos en ser cordial y amigable con ella, a la que parece que odia pero... ¿Será capaz Heather de traspasar esa coraza de hielo? ¿Qué esconde Nilak? ¿Y Heather? ¿Qué la llevó a dejar atrás su vida y trasladarse al pueblo más recóndito de Alaska?

La novela no es nada diferente a lo que solemos encontrarnos en historias del género. Hay bastantes clichés pero no son nada chirriantes, al contrario, es la esencia de la historia, lo que hace que enganche y nos haga sentir más ganas de descubrir cómo estas dos almas rotas podrán recomponerse y volver a ser feliz juntos, dejando atrás el doloroso pasado. Eso sí, la pluma de la autora influye mucho también en darle un poco de frescura y diferencia a ese tópico de almas heridas destinadas a encontrarse y curarse la una a la otra. Alice Kellen transmite muy bien los sentimientos de Heather, pues todo está narrado en primera persona por ella, salvo en capítulos alternos y muy breves donde nos encontramos con entradas de diario de una chicha llamada Annie, y donde habla de su relación con Kayden. Hasta bien entrada la trama desconoceremos quiénes son estas dos personas y qué relación guardan con la historia de Heather y Nilak, pero se acabará descubriendo y nos encantará.

Los personajes son un factor muy importante y también el punto fuerte. Heather es un personaje entrañable y bastante identificable. Arrastra un pasado doloroso y del que quiere huir, pero no por ello deja de ser una chica cercana, sincera y buena persona. Su principal problema es que no se perdona a sí misma, pero con el tiempo llegará a ello. Además, cuenta también con la ayuda perruna de Caos, con el que comparte un vínculo super bonito, y como amante de los animales, y en especial de los perros, esa conexión la he sentido muchísimo y me he sentido completamente identificada. 
Nilak, por otro lado, es un chico bastante hermético e introvertido. Esconde mucho tras capas y capas de frialdad y mutismo, y sólo Heather, con insistencia, logrará que se abra a ella y le cuente su pasado. Su personalidad despierta curiosidad, y también deja ver que tras esa actitud se esconde un chico mucho más atento y sentimental de lo que deja mostrar.
El romance entre los dos se cuece a fuego lento y es algo que también me ha gustado.

Con respecto a la ambientación, Alaska, tiene un toque diferente y contrasta con su entorno frío y solitario, en el que dos personas encuentran el calor y la comodidad de un futuro juntos. La nieve, el frío, la soledad, los huskies... todo ello contrasta como escenario y metáfora sobre la situación inicial de sus protagonistas ante la idea del amor y la compañía.
Como puntilla quizá mencionar la celeridad al final de la historia. A diferencia del romance a lo largo del libro, que se desarrolla de forma pausada, el final destaca por resolverse demasiado rápido para mi gusto. Es un buen final, pero creo que algunas páginas más le habrían cargado de más sentido, profundidad y personalidad.

En resumen, 'El Día Que Dejó de Nevar En Alaska' es una bonita historia de superación personal donde dos almas rotas se encuentran la una a la otra en un idílico pueblo de Alaska marcado por la dualidad entre belleza y soledad. Un romance muy bonito y bien desarrollado donde sus protagonistas aprenden a superar las heridas del pasado y a encontrarse a sí mismos; y donde también nos encontramos con una conexiones especial y adorable entre mascota y dueño, como lo son Caos y Heather.