Autor: E. L. James
Editorial: Grijalbo
Trilogía: 2/3
Trilogía: 2/3
Páginas: 589
ISBN: 9788425348846
Después de una semana sin Christian, Anastasia recibe noticias de él; es la inauguración de la exposición de José y el rico empresario se ofrece a llevarla, como habían previsto cuando estaban juntos. Ana no sabe qué es lo mejor, le costó mucho dejar a Christian y desde entonces no come, no duerme, no es feliz; sin embargo, la vida del joven no es apta para ella, no quiere imaginarse volver a entrar en el cuarto rojo del dolor, volver a ser azotada, no poder mirarlo a los ojos ni tocarlo. Ana decide aceptar la propuesta y ambos se encuentran de nuevo.Ella lo sigue queriendo y él no ha podido dejar de sufrir desde que ella se fue, tanto que propone a la chica volver a intentarlo, sin cuarto rojo del dolor, sin látigos, sin palabras de seguridad; una relación de verdad: corazones y flores.
Libros anteriores:
En Cincuenta Sombras Más Oscuras vamos descubriendo a un Christian Grey distinto a su primera entrega, le vamos conociendo, se va abriendo a sus emociones y se van evaporando esas cincuenta sombras que le habían atormentado hasta ahora, y todo gracias al amor de Anastasia Steele. Un amor que le renueva por completo, haciéndole ver que su pasado forma parte de su pasado y que no debería seguir atormentándose porque ella está ahí ahora, con él, para ayudarle a que la luz disipe su oscuridad.
Anastasia Steele, por otro lado, sigue como siempre. Es un personaje algo cambiante, ahora dice sí y luego no, y siempre está con la duda atenazando en su mente sobre si es digna o no de su apuesto Adonis. En muchas ocasiones, Anastasia Steele define la personalidad de su Cincuenta Sombras como voluble y, en ese aspecto, creo que son tal para cual porque ella, sin ser consciente de ello, es la más voluble de la relación.
Por otro lado, en este libro vuelvo a descubrir que se repiten hasta la saciedad las mismas expresiones que en Cincuenta Sombras de Grey aunque, a esta altura, creo que ya me he acostumbrado a ellas y no me rechinan tanto. Forman parte de la actitud y personalidad de Anastasia. El libro está escrito desde su punto de vista, por lo que he aprendido a sobrellevarlo por lo que es: una expresión de su lucha interna, su Diosa y su conciencia; porque esa Diosa que se presenta altiva y con deseos de más, y esa voz de la conciencia, precavida y alerta, también estarían muy presentes en mi pensamiento si yo fuese la protagonista de esta historia xD.
- Tú haces que mire el mundo de forma distinta, Anastasia. No me quieres por mi dinero. Tú me das… esperanza – dice en voz baja.
¿Qué? El señor Críptico ha vuelto.
- ¿Esperanza de qué?
Se encoge de hombros.
- De más. – Habla con voz queda y tranquila – Y tienes razón: estoy acostumbrado a que las mujeres hagan exactamente lo que yo digo, cuando yo lo digo, y estrictamente lo que yo quiero que hagan. Eso pierde interés enseguida. Tú tienes algo, Anastasia, que me atrae a un nivel profundo que no entiendo. Es como el canto de sirena. No soy capaz de resistirme a ti y no quiero perderte. – Alarga la mano y toma la mía – No te vayas, por favor… Ten un poco de fe en mí y un poco de paciencia. Por favor.
Parece tan vulnerable… Es perturbador. Me arrodillo, me inclino y le beso suavemente en los labios.
- De acuerdo, fe y paciencia. Eso puedo soportarlo.
En cuanto terminé el primer libro quise hincarle los dientes a esta segunda parte, pero decidí darme un par de días de descanso para poder procesar y empaparme de lo que había leído hasta ahora. También me prometí que me lo leería con calma, pero sólo me ha durado día y medio, pese a mis esfuerzos por hacer que me durara más.
En definitiva, Cincuenta Sombras Más Oscuras me ha gustado igual o incluso más que su predecesor. Es mucho más intenso y adictivo. Añade una nueva historia de fondo, externa a la relación de Grey y Ana, pero que les afecta de primera mano, permitiendo ver un giro en ambos y en cómo afrontan los baches que se les presentan.
El efecto Grey, o Cincuenta Sombras, sigue haciendo mella. Una lectura que te dejará con una sonrisa soñadora y atonlondrada estampada en la cara, difícil, muy difícil de borrar.
Hola Nedyah, yo no tuve tanta paciencia como tú, los había tomado prestados en la biblioteca y los leí todos seguidos, sin demasiadas pausas y sin darme cuenta de cómo pasaban las horas.
ResponderEliminarPor supuesto que tiene sus defectos pero como tú bien dices forman parte del personaje, aunque a veces cansan un poquito.
A mi lo que también me gustó mucho fueron las conversaciones que intercambiaban con los mensajes y los emails muy refrescantes y divertidas.
Besos y hasta una próxima visita.