Reseña: 'Negro como el Ébano' de Salla Simukka

Título: Negro como el Ébano 

Autora: Salla Simukka

Editorial: La Galera

Trilogía: Me Llamo Lumikki #3

Páginas: 240

ISBN: 9788494185731

Tras sus aventuras en Praga, Lumikki ha vuelto a casa y ha rehecho su vida. Tiene una nueva pareja, se ha introducido en el mundo del teatro, y hasta ha empezado a recomponer las relaciones con su familia. Parece que por fin todo empieza a estar en orden. Pero, de repente, comienza a recibir mensajes anónimos de alguien que no solo amenaza a sus seres queridos, sino que además parece conocer algunos secretos familiares de Lumikki que ella misma ha estado intentando averiguar toda su vida.

Libros anteriores:
 1. Rojo como la Sangre
2. Blanco como la Nieve
 

Negro como el Ébano es la tercera y última parte de la trilogía de Salla Simukka protagonizada por Lumikki, una joven que tiene un imán para atraer el peligro y estar en el lugar equivocado en el momento equivocado. Tras los acontecimientos ocurridos en Praga, donde logró desmantelar una secta y el suicidio colectivo que estaban a punto de llevar a cabo, Lumikki regresa a su país natal. Con el tiempo su vida ha vuelto a la normalidad: asiste a clases, la relación con su familia vuelve a ser como antes, incluso mantiene una relación sentimental con Sampsa, un chico adorable y muy atento y considerado con ella. Pero los problemas vuelven a surgir, primero en forma de recuerdos, y luego a través de la aparición de un acosador que sabe mucho más de la vida de Lumikki de lo que debería. Conoce detalles que la propia Lumikki desconocía, recuerdos que parecen haber sido borrados de su mente y que, poco a poco, y con el acecho y las pistas que va dejando ese acosador volverán a su mente para revelarle una verdad que ha estado guardada bajo llave en un baúl que se cerró hace más de diez años. ¿Qué verdad será? ¿Podrá Lumikki desentrañar los misterios de su pasado al tiempo que trata de huir y sobrevivir a aquel acosador cuyo objetivo final es acabar con su vida?

Negro como el Ébano nos ofrece una trama nueva, sin guardar conexión alguna con los hechos ocurridos en las dos anteriores entregas. Sólo hay un único punto en común relacionado con el pasado de Lumikki, algo constante en los tres libros y que nunca se ha revelado completamente. Hasta ahora. Pero no mencionaré esa incógnita para que os sorprenda conforme se avanza en la lectura, puesto que es el eje central de esta última parte y el acosador, dentro de lo tétrico y aterrador que será para Lumikki descubrir que alguien le vigila entre las sombras, será la persona que le abra los ojos y le ayude a desbloquear un recuerdo de su infancia que marcó un antes y un después en ella y en toda su familia. Que sea un anónimo y psicópata el que ayude a Lumikki a recordar una parte importante de su pasado me ha resultado algo muy atrayente y emocionante. Alguien que está persiguiéndola porque piensa que están hechos el uno para el otro y que han de estar juntos, sea en esta vida o en la otra, es el peligro más aterrador al que Lumikki se ha enfrentado en los últimos meses; y que al mismo tiempo sea esa misma figura la que le ayude a desentrañar su pasado me ha sorprendido mucho pues, por mucho que Lumikki trate de huir de él, irremediablemente acaba adentrándose en la guarida del lobo atraída por la idea de descubrir de una vez por toda si esos extraños sueños y recuerdos son reales o sólo producto de su torturada imaginación. Lumikki es como un ratón atraído por un trozo de queso que no puede resistir la tentación aún sabiendo que para reclamar su premio tendrá que posarse encima de una trampa para ratones.

Este juego entre gato y ratón ha sido lo mejor de la novela. Sin embargo, la identidad del acosador me ha decepcionado. La verdad es que esperaba que fuera algo mucho más elaborado, un personaje con mucha más importancia en los recuerdos de ese pasado bloqueado por Lumikki, con mucho más protagonismo. En cambio, al final ha resultado ser algo mucho más simple, sin complicaciones y sin guardar ningún nexo entre pasado y presente. Las explicaciones que da ese personaje una vez revelada su identidad son convincentes pero, no sé, para ser un final de trilogía, me esperaba mucha más miga y giros argumentales en cuanto al gran misterio del acosador y su conexión con el pasado oculto de Lumikki.

Pese a todo, la historia de este libro se centra completamente en Lumikki. Ya no se tiene que enfrentar a mafiosos o líderes de sectas criminales, ahora la lucha de Lumikki es más bien interna y personal, una lucha contra la realidad que le atosiga en forma de fragmentos del pasado y que un anónimo se empeña en desenterrar de su memoria bloqueada. Hasta ahora hemos conocido a una Lumikki valiente, inteligente y capaz de reírse ante el peligro. Poner su vida en peligro no parece preocuparla en absoluto. Lo que sí le preocupa es que por su culpa sus seres queridos salgan malheridos, razón por la cual mantiene la presencia del acosador en secreto, haciendo y deshaciendo sus peticiones en el más absoluto secretismo, algo que tambaleará su relación con su familia, con Sampsa y con Liekki, un personaje que ya conocimos en los libros anteriores y que regresará para poner en duda los sentimientos de Lumikki hacia su novio.

Así que también tendremos tiempo para un poco de romance desde dos vertientes: la primera con Sampsa, un chico con el que Lumikki comenzó a relacionarse al comenzar sus estudios de arte y que acabó convirtiéndose en su novio. Es el chico perfecto. Atento, sincero, cariñoso, considerado... un gran apoyo para Lumikki, más aún con la personalidad tan hermética de la chica. Sampsa sabe lo que necesita en cada momento y no duda en complacer a su chica siempre que puede.

Y la segunda con Liekki, la ex novia de Lumikki. Aparece en esta novela para romper por completo con la leve estabilidad que Lumikki había conseguido construir en su vida. Su aparición hace que se despierten viejas emociones, que las cenizas se aviven con un fuego cálido y magnético al que será imposible resistirse, provocando un triángulo amoroso y un torbellino de mentiras que se acumularán a la pila de mentiras ya elaboradas para mantener en secreto el peligroso juego que se trae entre manos con el acosador

Como en los anteriores libros, la narración de los hechos y el tiempo en el que transcurre los mismos son bastante breves. La trama comienza un 8 de Diciembre y termina veinte días después, dando la sensación de ritmo trepidante y con cuenta atrás. Y volvemos también a encontrarnos con un desenlace demasiado brusco. Tras esta tercera parte he llegado a la conclusión de que la autora lo hace adrede, de que es su modo de proceder.
En las dos anteriores reseñas ya me quejé de esos finales que te hacen soltar un: ¿Y eso es todo? Las cosas siempre se cortan en el momento más crítico para dar paso a un epílogo donde ya todo ha concluido, donde las cosas se han resuelto y donde se dan las explicaciones necesarias para que encaje todo, pero una vez lejos del peligro y, no sé, me hubiese gustado más ser testigo en "directo" del momento crítico y culminante de la trama y no enterarme de ello una vez pasada la tormenta a través de una narración en tiempo pasado. Con ello se pierde toda emoción y tensión posibles.

Por otro lado, también he echado en falta el cierre de algunos cabos sueltos de los libros anteriores, como es el caso del mafioso Oso Polar. Una pena...

En resumen, 'Negro como el Ébano' cierra una trilogía que bien puede leerse de manera independiente, ya que los tres libros apenas guardan relación entre ellos. Vistos como libros individuales sus tramas son atrayentes, siniestras y con ritmo trepidante, y Lumikki es una protagonista a la altura de los peligros a los que tiene que hacer frente. Esta última parte es la novela más personal, con un argumento que nos permitirá conocer por fin a la verdadera Lumikki, así como los recuerdos de un doloroso pasado que su mente se ha empeñado en bloquear, y que sólo lograrán salir a la luz de la manera más aterradora: a través de un psicópata obsesionado con la joven y que no descansará hasta cumplir con su objetivo. En definitiva, una lectura con sus más y sus menos, con algún que otro cabo suelto sin resolver, pero con argumentos de lo más atrayentes y siniestros.

- Gracias a la editorial por el ejemplar -