Reseña: 'Arianwyn, La Aprendiz de Bruja' de James Nicol

Título: Arianwyn. La Aprendiz de Bruja

Autor: James Nicol

Editorial: La galera

Trilogía: La Aprendiz de Bruja #1

Páginas: 370

ISBN: 9788424658700

"Brujas de Hylund", rezaba el cartel, "¡Vuestro país os necesita! ¡Alistaos ahora!" Arianwyn falla en su examen final de brujería, y en vez de graduarse, queda con el título de aprendiz. Y por si eso no fuera suficiente humillación, la destinan al remoto pueblo de Llull, donde empieza a ejercer como bruja del lugar. Y, claro, justo cuando las cosas empiezan a ir un poco bien, aparece Gimma, su archienemiga y una bruja recién graduada, para hacerle la vida imposible. Pero cuando una extraña oscuridad empieza a interferir con sus hechizos, Arianwyn se da cuenta de que hay mucho más en juego que su orgullo. Una mágica historia llena de corazón, acción y fantasía. Ideal para amantes de brujas tiernas pero un pelín temerarias con nombres estrambóticos.

Arianwyn, es una aprendiz de bruja de quince años que está a punto de someterse a su evaluación, una prueba que le otorgará el título de bruja, siempre y cuando todo salga bien y no le traicionen los nervios, sobre todo con ese glífico misterioso y oscuro que no para de rondarle en la cabeza y que impide que desarrolle su evaluación concentrada en la tarea. Es por ello que, ante un resultado inconcluso, Arianwyn es enviada a Lull, aún en la calidad de aprendiz de bruja, con el propósito de proteger a habitantes de demonios y criaturas oscuras y, al mismo tiempo, seguir aprendiendo para someterse posteriormente a una reevaluación. Como es lógico, Arianwyn no lo tendrá nada fácil. Entre su torpeza y la llegada repentina al pueblo de "la perfecta" Gimma, una compañera bruja que aprovecha cualquier ocasión para burlarse de ella y de sus capacidades, su experiencia en Lull no será un camino de rosas y tendrá que poner de todo su empeño para demostrar que tiene la magia y las cualidades necesarias para mantener a Lull y a su gente a salvo de las sombras oscuras que se alzan en el Gran Bosque.

La Aprendiz de Bruja es una novela middle grade que he disfrutado mucho por su frescura y las aventuras y desventuras que persiguen a esta joven bruja allá donde va. Es la primera parte de una saga entretenida y original, narrada en tercera persona, y que sigue los pasos de Arianwyn. Los primeros capítulos nos sitúan en la evaluación de Arianwyn, también conocida por Wyn, y más fácil de escribir también xD, junto a otras compañeras que también se enfrenta a la prueba de los glíficos para conseguir el certificado de bruja, entre ellas Gimma. Estos primeros capítulos son un poco más pausados y nos meten en situación, dando el resultado inconcluso de las pruebas y destinando a nuestra brujita a Lull, un pueblo que no ha visto una bruja desde hace más de 40 años. A partir de su llegada al pueblo, Wyn se ve envuelta en continuos trabajos y peligros relacionados con su función de proteger y servir al pueblo, y todo ello se hace de forma muy amena, con una pluma muy dinámica y ágil. Nos encontramos con escenas de acción, luchas mágicas y peligros aderezados con un toque de humor y meteduras de pata. No olvidemos que Wyn aún no es una bruja plena y su toma de contacto en los primeros encargos no es muy agraciada, destrozando más que arreglando.

Junto a la agilidad del apartado anterior también vamos descubriendo sobre la marcha más información sobre la magia y la relación existente entre humanos y brujas, personas con dones especiales para la magia que conviven con los humanos y prestan sus servicios para protegerlos de las amenazas oscuras. Es una relación cordial y aquí se trata a la bruja como alguien bondadoso y colaborador, aunque los despistes y errores iniciales de Wyn no la sitúen entre las personas más populares del pueblo. La magia creada por James Nicol se basa en los llamados glíficos cardinales, símbolos atados a los cuatro elementos que permiten invocar la magia y formular hechizos. Es algo muy original que me ha encantado, y que también introduce algo de intriga en cuanto al misterioso glífico que solo Wyn es capaz de ver y que siempre hace aparición en su mente cuando algo malo está a punto de suceder. Pero al igual que me ha encantado lo del glífico oscuro también se me hizo predecible qué función tendría en el desenlace de la historia. Aún así, la novela tiene un par de giros argumentales que aportan un poquito más de intriga y te animan a seguir descubriendo y leyendo.

En cuanto al apartado de personajes tengo que hacer mención también a las criaturas mágicas. Lo cierto es que me esperaba un entorno más oscuro en cuanto a la naturaleza y la identidad de las criaturas mágicas y no ha sido así del todo. La mayoría de los seres a los que Wyn ha tenido que hacer frente en esta entrega destacan por sus travesuras y el desconocimiento humano de que existen seres inofensivos, como es el caso de los trasgos y las hadas; pero también hay espíritus oscuros que tratan de atravesar las grietas de los hechizos mal conjurados para crear el caos y la destrucción, siendo en la segunda parte del libro donde este tipo de criaturas hace acto de presencia.

Arianwyn es una joven de quince años llena de inseguridades, pero también valiente, generosa y servicial. Tiene miedo al fracaso y a decepcionar al pueblo de Lull y a su abuela, una de las brujas más importantes, por lo que su evolución irá marcada por esos dos factores. 

Entre los demás personajes tenemos a Salle, una chica del pueblo con la que congenia inmediatamente, llegando a forjar una amistad muy tierna y protectora; Gimma, compañera de Wyn en la academia de brujas y con la que no se lleva nada bien. Es una joven orgullosa y perfecta que aprovecha la mínima para burlarse de Wyn, aunque quizá esa actitud cambie una vez que se instale en Lull... También tenemos a la supervisora Delafield, una bruja destinada al pueblo para llevar un recuento y control de todos los trabajos de Wyn; el Alcalde Belcher, un hombre muy peculiar; la abuela de Wyn, Colin y Estar, un místical al que Wyn salva de un grupo de aldeanos temerosos y desconcertados por su presencia mágica y que acaba siéndole de mucha ayuda, sobre todo en relación a glífico oscuro.

La pluma de James Nicol es muy sencilla. Posee un ritmo constante que siempre te deja con ganas de saber más y acabas devorando las páginas en un santiamén. El mundo que ha creado está plagado de originalidad, con criaturas y espíritus mágicos a caballo entre mitología y fantasía. Y también tengo que destacar las pequeñas entradas del llamado "Manual de la Aprendiz de Bruja" que, entre capítulo y capítulo, nos va desvelando datos del universo creado.

En resumen, 'Arianwyn, La Aprendiz de Bruja' es un inicio de saga muy bueno. Una historia inclinada a un público middle grade pero fácilmente disfrutable también por otras edades. Cargada de aventuras, meteduras de pata y peligros, nuestra protagonista Arianwyn nos transporta a un mundo mágico original, con criaturas traviesas y seres tenebrosos, y con un marcado sentido de la amistad y el buen hacer.

- Gracias a la editorial por el ejemplar -