Cine: High Strung

Título Original: High Strung

Año: 2016

País: Rumanía 

Director: Michael Damian

Guión: Janeen Damian, Michael Damian

Música: Nathan Lanier

Fotografía: Viorel Sergovici

Reparto: Keenan Kampa, Nicholas Galitzine, Jane Seymour, Sonoya Mizuno, Richard Southgate, Paul Freeman, Maia Morgenstern, Ian Eastwood, Anabel Kutay, Marcus Emanuel Mitchell, Comfort Fedoke, Simon A. Mendoza, Miranda Wilson, Dave Scott, Andrew Pleavin, Tomi May

Rudy Adams es una bailarina del Medio Oeste con una beca para estudiar, que disfruta de su primer día viviendo en Nueva York. Johnnie Blackwell es un músico británico que toca en el metro para ganarse la vida. Ella vive en un mundo clásico y disciplinado, para él todo es improvisación e inteligencia callejera. Pero cuando una batalla de hip-hop no sale como esperaban, sus dos realidades colisionarán, haciendo que salten chispas. Trabajarán juntos, ayudados del poder de la música, para lograr que Rudy pueda mantener su beca y para evitar que Johnnie sea deportado.

Hoy en día son muchas las películas centradas en el mundo de la música y el baile y como suele ocurrir con la literatura: "cuando les da por algo que funciona..." Si he de ser sincera este tipo de cine me encanta. Me quedo embobada mirando la pantalla, disfrutando de las escenas de baile y de la consecuente relación amorosa que se va cociendo paso a paso entre los protagonistas (nunca mejor dicho jeje). Pero también es cierto que todas están cortadas por el mismo patrón y han terminado por convertirse en películas creadas para entretener y dejar con la boca desencajada ante el despliegue de malabares, fuegos artificiales y acrobacias imposibles que se añaden a los bailes finales, donde se hace uso de toda la artillería pesada. Todo eso me encanta y creo que cumple con su objetivo de hacer disfrutar al espectador y sentir la música y el ritmo de los bailarines, pero si buscamos algo más allá del baile nos encontramos con una trama trillada de concursos y conflictos finales entre protagonistas que hacen peligrar la alianza forjada para ganar el torneo definitivo.

High Strung no es que se distancie mucho de esa base argumental de concursos y amor entre bailarines, pero tiene algo que ha conseguido enamorarme y hacerme disfrutar como hacía tiempo no disfrutaba con una cinta de este género. Lo más curioso es que hace un par de semanas me la encontré de casualidad por internet, le eché un vistazo a la sinopsis, que no pintaba mal, pero fue el cartel lo que me echó completamente hacia atrás. Sí, llamadme superficial jajaja. ¡Pero es que es un cartel horrendo! Y como no me entraba por el ojo, lo primero que se me pasó por la cabeza fue: "Bah, será otra de muchas que quieren y no pueden." Pero a la semana siguiente volví a cruzarme con ella en internet y me dije: "Bueeeeno, vamos a darle una oportunidad." Y aquí estoy ahora, escribiendo esta reseña y riñéndome a mí misma por juzgar un libro por su portada. Bueno, en este caso, una peli por su póster promocional xD. La he visto en versión original con subtítulos, por lo que no sé si estará también en español y bajo qué título. Si alguien lo sabe que lo deje en un comentario :)

En High Strung conocemos a Ruby, una joven que llega a Manhattan para comenzar su primer año en la Academia de Artes de Manhattan. Es una joven becada y tiene que luchar y esforzarse mucho más que el resto si desea mantener esa beca y curtirse como bailarina. Johnnie, en cambio, es un joven británico que no lo ha tenido demasiado fácil. Vive de las monedas que le dejan los transeúntes en el metro y teme que de un momento a otro aparezcan los de inmigración aporreando en su puerta para deportarlo de regreso al Reino Unido, donde no le queda nada. En mitad de una batalla de grupos de hip hop en los andenes del metro se desata el caos y a Johnnie, con la intención de proteger a Ruby, le roban su única vía de ingresos: el violín de su abuelo. Ruby, sintiéndose culpable se prestará a ayudarle y a raíz de ahí sus mundos entrarán en contacto. Ruby le ofrecerá la posibilidad de presentarse al certamen de cuerda y baile de la fundación Peterson y, para ello, contarán con la ayuda de los Switch Steps, un grupo de hip hop que se reúne para ensayar en el bloque donde vive Johnnie.

Hasta ahí, como ya he dicho, no queda muy lejos de la típica trama que suele mover a los protagonistas en este tipo de historias, pero lo que ha hace diferente son los detalles y la ejecución del argumento en su conjunto. Desde el principio todo es baile y música y la forma en la que se conectan ambas me ha dejado asombrada. En un momento estamos escuchando a Johnnie tocar el violín y de repente se incluye en escena a los Switch Steps haciendo su rutina de baile, sin dejar de escuchar el violín, viendo y sintiendo cómo ambos elementos, en principio incompatibles, casan a la perfección y hace que se te ponga la piel de gallina. Y ya cuando se incluye la cadencia del ballet se transforman en la combinación perfecta. Además, las sucesiones de escenas de música y baile me ha parecido un apartado sumamente cuidado, siendo esa combinación y ese detalle lo que más me ha eclipsado de la cinta.

Por otro lado, los actores no son nada conocidos, a excepción de las caras más maduras del reparto donde nos encontramos con actores tan familiares como Paul Freeman y Jane Seymour, ambos en el papel de profesores de la Academia. En este caso ha jugado en favor y me han gustado las interpretaciones, sobre todo de Johnnie, el joven torturado con buen corazón. También nos encontraremos con la típica pareja antagonista, niños de mamá que no aceptan un derrota, y con la joven bailarina con todo un futuro por delante que descarrila por las razones equivocadas.

Para ir terminando, destacar que otra grata sorpresa de la película es que no se trata de un producción hollywoodiense en sí. ¿Producción británica, quizá? Nop. ¿Australiana? Tampoco. ¿Canadiense? Frío, frío. La película se sitúa en pleno centro de Manhattan y consta de actores de habla inglesa, pero es una producción rumana. Da gusto encontrarse con películas no hollywoodienses que consiguen lo que hace tiempo no sentía con una película de baile: ENAMORARME POR SU SENCILLEZ.

En resumen, High Strung es una película que te sorprenderá, tanto si te apasionan las películas que combinan música y baile como si no. Partiendo de una premisa común en este género, High Strung cautiva por el cuidado en los detalles, en la consecución de escenas y en lo bien que queda la fusión clásica/hip-hop/ballet. Destacar también el romance y el bagaje de los protagonistas: pausado y tierno, el primero, y profundo y lejos de superficialidades, el segundo. Quizá un 5 es darle mucha nota, pero a mí, hoy, me ha encantado.