Crítica: Un Lugar Donde Refugiarse

Título: Un Lugar Donde Refugiarse

Título original: Safe Haven

Director: Lasse Hallström

Guión: Leslie Bohem (Novela: Nicholas Sparks)

Música: Deborah Lurie

Reparto: Julianne Hough, Josh Duhamel, Cobie Smulders, Julianne Hough, David Lyons, Irene Ziegler, Red West, Noah Lomax, Mimi Kirkland, Robin Mullins, Cullen Moss, Ric Reitz.

Cuando una joven misteriosa llamada Katie aparece en la pequeña localidad de Southport en Carolina del Norte, su precipitada llegada provoca muchas preguntas sobre su pasado. Katie es hermosa pero no le gusta lucirse y tiene una determinación obstinada por evitar cualquier relación demasiado personal hasta que una serie de desafortunados sucesos la obligan a establecer ciertos lazos: uno con Alex, un viudo propietario del colmado del pueblo y que tiene dos hijos pequeños y un gran corazón; el otro con Jo, su vecina soltera y franca. Poco a poco, Katie irá dejando caer sus barreras, echando raíces en la comunidad y acercándose cada vez más a Alex y su familia. Pero aunque Katie se está enamorando, no puede dejar enterrado el oscuro secreto que oculta su pasado y que todavía la persigue y la aterroriza. Un pasado que la obligó a emprender un viaje a través del país, muerta de miedo y destrozada por dentro hasta llegar al oasis que supone Southport, su refugio.

¡Ay, Nicholas Sparks! ¡¿Por qué me haces esto?!

Tengo que ser sincera y admitir que nunca me he leído ninguna obra de Nicholas Sparks, pero me he tragado todas sus adaptaciones y siempre acabo llorando como una magdalena. No sé la razón por la que nunca me he atrevido con ningún libro de él, lo único que sé es que caigo como ratón en una trampa con queso cada vez que sacan en el cine una nueva película con el sello de Sparks.

Dicho lo dicho, no puedo opinar del libro ni saber si es fiel a la novela o no. Así que me centraré en lo que me ha transmitido la historia.

En 'Un lugar donde refugiarse' Katie trata de dejar su pasado atrás, huyendo de su antigua vida hasta un pequeño pueblo donde conocerá a un hombre apuesto, tierno, padre de dos niños y con una enorme cicatriz en el pecho debido a la pérdida de su mujer. Allí comenzará a sentirse a salvo y abrirá su corazón a ese hombre que se enamora poco a poco de ella. Pero Katie sabe que el pasado está pisándole los talones y que tarde o temprano su refugio se verá afectado.

Como toda historia de Nicholas Sparks el amor es el presente que se otorgan dos protagonistas dolidos y heridos en la vida por diferentes razones, hallando en él el ungüento capaz de hacer sanar sus corazones maltrechos. Una bonita historia de amor con un toque de suspense que nos mantendrá con la mosca detrás de la oreja durante la mayor parte de la película, haciéndola distinta a otras muchas de las obras de Sparks.

Dentro de lo previsible en historias de este género el final de 'Un lugar donde refugiarse' ha conseguido conmoverme y sorprenderme a partes iguales, con una sorpresa muy tierna y dulce en forma de carta que cerrará la historia con un broche de oro enlazado con un perfecto lazo de amor y humanidad. 

Aún así, no he podido evitar pensar que la escena de la canoa en 'Un lugar donde refugiarse' es un calco a una escena de 'El Diario de Noa', en la que también empieza a llover de repente y los enamorados se besan bajo el diluvio universal. 

‘Un lugar donde refugiarse’ es una historia de amor, de miedos y de segundas oportunidades en el amor, donde dos almas perdidas logran encontrar su punto de conexión, su refugio; con un final que te emocionará.