Reseña: 'Cartas a los Perdidos' de Brigid Kemmerer

Título: Cartas a los Perdidos
Autora: Brigid Kemmerer
Editorial: Maeva Young
Páginas: 416
ISBN: 978-84-17108-40-3

¿Y si las palabras de un desconocido pudieran sanar tu corazón?
Juliet Young siempre ha escrito cartas a su madre. Incluso después de su muerte deja cartas en su tumba. Es la única forma que tiene de seguir en contacto con ella y hacer frente a la pérdida. Declan Murphy es el tipo de chico con el que no te gustaría cruzarte. Tras causar un accidente de tráfico, tiene que cumplir un servicio social en el cementerio mientras trata de escapar de sus demonios. Cuando Declan encuentra una carta al lado de una tumba, la lee y no puede resistir escribir de vuelta. Pronto se ve inmerso en una correspondencia con una desconocida con la que surgirá una conexión inmediata.

Cartas a los Perdidos es una novela realista que me ha gustado mucho más de lo que me esperaba. Ha sabido transmitirme el sufrimiento de los protagonistas como si fuera propio, y he evolucionado y crecido con ellos conforme se intercambiaban cartas y sus vidas empezaban a conectarse más y más.

En Cartas a los Perdidos conocemos a Juliet Young, una adolescente que perdió a su madre varios meses atrás en un accidente de coche y que, desde entonces, vive con la tristeza agolpada en su corazón. Su madre era fotógrafa de escenarios en guerra y situaciones difíciles y casi nunca estaba en casa pero, la fotografía era un pasión que compartían, y siempre estaban escribiéndose cartas y compartiendo su amor por las cámaras. Por ello, desde el fallecimiento de su madre, Juliet ha seguido escribiéndole esas cartas, como un modo de seguir conectada a ella, y las deja sobre su lápida cada vez que va a visitarla.
Lo que Juliet no se espera es que una de esas cartas sea respondida por alguien que ha tenido la osadía de romper su privacidad y el vínculo con su madre. Con todo, aún llena de ira, decide responderle a ese desconocido, y así se inicia un carteo donde ambos personajes abren sus corazones y sus más profundos secretos y miedos desconociendo la identidad del otro, llevándoles a crear un lazo de acompañamiento y fuerza que les ayudará a superar la culpa y la pérdida que cada uno sufre a su modo.

La novela está narrada a dos voces: la de Juliet Young y la de Declan Murphy, la otra pata de la correspondencia. Es una narración perfecta para este tipo de historias porque permite conocer más a fondo a cada personaje y comprender las situaciones por las que pasan. Además, me ha gustado también la forma en la que comienzan y se desarrollan los capítulos: alternándose un capítulo de Juliet con otro de Declan, cada capítulo narrado por Juliet comienza con la última carta de Declan y viceversa, jugando un papel muy importante lo que cada uno se va contando en ellas.
Aunque desde el principio, nosotros como lectores conocemos la identidad de los personajes que se intercambian las cartas, Juliet y Declan, por mucho que vayan al mismo instituto y tengan amigos en común, se ocultan tras identidades secretas y es un punto de emoción más a la lectura, pues no sabemos con exactitud cómo y cuándo se descubrirá la verdad, y he de deciros que la forma en la que se revela todo no la veremos venir.

Es fácil conectar con Declan y Juliet. Ambos son jóvenes de diecisite años que han sufrido la pérdida y el dolor de alguien importante en sus vidas. Tratan de seguir con sus vidas como mejor pueden, disfrazando el dolor de formas muy diferentes.
Juliet Young es un personaje tímido y sencillo. La pérdida tan reciente de su madre hace que no vea más allá de su propio dolor, desconectando del mundo y de su pasión por la fotografía, algo que dejó de hacer tras la muerte de su madre. Es incapaz de coger una cámara sin sufrir un ataque de pánico y se ha encerrado en sí misma, alejándola de sus sueños. Pero con las cartas de El Oscuro, que es como se hace llamar Declan en sus mensajes, Juliet aprenderá a ser fuerte y luchar por su futuro, por ver que hay cosas que aún merecen la pena.
Declan Murphy es un personaje más completo. Presta servicios comunitarios en el cementerio por un delito que cometió unos meses atrás, una de las razones por las que todo el mundo lo considera peligroso, problemático, agresivo y antisocial. Declan no se molesta en desmentir esa mala imagen que le han impuesto y se limita a cumplir con su deber en el cementerio y sobrellevar el desinterés de su madre y los constantes ataques verbales de su padrastro, que no logra ver que las malas decisiones que ha tomado hasta la fecha son producto de un grito a la desesperada, de hacerse oír y entender antes de que el dolor termine por ahogarle. Pero gracias a esa carta que decidió coger y leer mientras estaba cumpliendo con su servicio a la comunidad, Declan empieza a abrir su corazón hacia la desconocida apodada La Chica del Cementerio. Esa conexión le ayudará a entender, a sanar y, sobre todo, a perdonarse y comprender que hay algo bueno en su interior.
También tengo que destacar a Rev Fletcher, el mejor y único amigo de Declan. Rev es un personaje que me ha gustado mucho, con su propia carga emocional y pasado doloroso que siempre tiene palabras de ánimo y control para con su amigo. No hay nadie que conozca mejor a Declan Murphy que Rev y he admirado mucho su personalidad y su forma de ver la vida pese al duro pasado que le ha tocado vivir. Me hubiese gustado conocerlo mucho más a fondo.

Brigid Kemmerer nos obsequia con una historia hermosa y cruda al mismo tiempo, con unos personajes ricos en matices y afligidos por el dolor y la culpa que encuentran el uno en el otro la fortaleza y la esperanza de que siempre habrá un mañana mejor. Nos encontramos con temas difíciles como la pérdida de un ser querido, el alcoholismo, la desestructuración familiar, etc., pero todo con mucho mimo y cuidado, calando en el lector de forma sorprendente.
Hay romance, por supuesto, pero se va dejando caer poco a poco y sin presionar ni emborronar el viaje de superación y perdón en el que se embarcan los protagonistas. La relación entre Juliet y Declan, tanto mediante cartas e emails como en persona, a través de los encuentros y charlas en el instituto, se va desarrollando de forma muy pausada y se vuelve más notoria llegado al final, permitiendo apreciar primero la evolución de los dos de manera individual ante el hecho de hacer frente a sus problemas y luego de manera conjunta como amistad y, finalmente, romance.

En resumen, 'Cartas a los Perdidos' es una novela emotiva y espectacular, llena de mensajes que hacen reflexionar y que, sobre todo, nos enseña a ser fuertes, a perdonar a otros, a uno mismo y a aceptar que está bien apoyarse en los demás y confiar en la familia y los amigos. Una historia que recomiendo si os gustan las novelas con dramas realistas que saben despachar, en su justa medida y de forma natural y sencilla, problemas y situaciones cotidianas que ayudan a sanar y comprender que el dolor y la culpa, en muchas ocasiones, es auto-infligido e inmerecido. 

- Gracias a la editorial por el ejemplar -