Reseña: 'La Velocidad de la Noche' de Chris Howard

Título: La Velocidad de la Noche

Autor: Chris Howard

Editorial: Puck

Páginas: 384

ISBN: 9788496886803

Tetra: una peligrosa droga que proporciona a los usuarios velocidad y fuerza sobrehumanas durante nueve minutos. Pero mucho cuidado, porque entraña también grandes peligros. A partir de los dieciocho años, el cuerpo humano no resiste sus efectos.
Alana: una joven heroína, potente, compleja, rebelde. Alana no necesita que nadie la rescate. De hecho, forma parte de la unidad encargada de perseguir a los jóvenes delincuentes que utilizan Tetra para el crimen. Criminales como los que estuvieron a punto de matar a su hermano.
Una cuenta atrás: Alana pronto cumplirá dieciocho años. Si para entonces no ha conseguido encontrar a la persona que dejó a su hermano en silla de ruedas, tendrá que renunciar a vengarlo… y también a la droga.
Un juramento: Alana está dispuesta a todo con tal de cumplir su promesa. A todo. Incluso a infiltrarse en la misma organización que tanto detesta y hacerse pasar por una de ellos. Tal vez a descubrir que no son lo que parecen. Ni tampoco ella. 

La Velocidad de la Noche fue una de las novedades de Puck que más me llamó la atención del mes de octubre. Nada más leer la sinopsis me recordó un poco a la serie The Flash, solo que esta vez la habilidad de correr tan rápido no viene dada por poderes adquiridos a través de la explosión del acelerador de partículas de los Laboratorios Star, sino a través de la ingesta de una droga que te otorga esa habilidad durante escasos 9 minutos. Con todo, era una trama demasiado atractiva como para dejarla escapar y el resultado ha sido bastante bueno.

Alana, una runner que está a punto de cumplir los dieciocho años, forma parte de la URT (Unidad de Respuesta Tetra), una unidad del gobierno dedicada a perseguir a los llamados bólidos, jóvenes delincuentes que utilizan Tetra para cometer crímenes. Como esta droga solo es asimilable por el organismo humano hasta los dieciocho años, la URT está formada por jóvenes que se inyectan voluntariamente la droga, de manera controlada, para ponerle al nivel de los bólidos y atraparlos y encerrarlos antes de que puedan escapar y seguir cometiendo sus actos delictivos. Es por ello que Alana, aún a poco de cumplir dieciocho años y arriesgarse a morir si toma Tetra después de esa edad, acepta infiltrarse en las calles para dar con el traficante ilegal de la droga y poner fin a su uso y consumo entre los jóvenes. ¿Qué ocurrirá?

Alana es un personaje con el que se congenia nada más empezar la historia, sobre todo por la narración en primera persona. Se convirtió en runner con el único fin de encontrar al bólido que dejó a su hermano en silla de ruedas tras un cruce fortuito por la calle. Quiere atraparlo y ponerlo entre rejas antes de que pueda hacer daño a otro transeúnte más. Es una joven inteligente y decidida, muy arraigada al sentido de la justicia y la familia, la cual trata de proteger a toca costa. Pero también es un personaje que madura sobre la marcha y descubre que no todo es blanco o negro y se verá obligada a tomar decisiones bastante duras, plantéandose dónde se encuentra el límite de lo ético y moral y qué es lo correcto dentro de todo el mundo de los bólidos, los runners y la tetra.
Hay otros personajes importantes como Ethan, miembro de la banda criminal en la que se infiltra Alana, y por el que pronto empezará a sentirse atraída; Rapunzel, también miembro de la banda criminal, una chica muy divertida y risueña; y Tucker, entre otros, compañero y controlador de Alana dentro de la URT, y un chico que tiene algún que otro secreto que nos sorprenderá hacia el final de la historia. Me gustó mucho.

En la trama nos encontramos con un triángulo amoroso que, bueno, no ha sido santo de mi devoción, pero te permite desconectar del apartado de acción y darle otro toque a la historia que sí podría agradar a aquellos que busquen algo de romance dentro del todo el caos de las infiltraciones y las persecuciones callejeras a máxima velocidad.

Y la máxima velocidad me lleva a hablaros de los escenarios de acción y la pluma del autor, que permite que nos situemos con suma facilidad dentro de la historia, con escenarios nítidos y ese recuerdo y similitud a The Flash. Chris Howard ha realizado un buen trabajo narrativo. Además, acción aparte, también nos encontramos con reflexiones y temas morales en torno al consumo ilegal de drogas entre adolescentes y al control y a las intenciones ocultas de un gobierno que trata de parar el contrabando a través del uso de jóvenes que consienten consumir dosis controladas de Tetra para perseguir y capturar a esos bólidos. Y eso, unido a varios giros argumentales finales, hacen de La Velocidad de la Noche una lectura muy entretenida y original. 

En resumen, 'La Velocidad de la Noche' es una novela con un argumento muy original y visual marcado por la velocidad, las infiltraciones y la acción. Pero, acción aparte, también nos encontramos con reflexiones y temas morales en torno al consumo ilegal de drogas entre adolescentes y al control y a las intenciones ocultas de un gobierno de doble rasero. Y eso, unido a varios giros argumentales finales, hacen de La Velocidad de la Noche una lectura muy entretenida y original. 

- Gracias a la editorial por el ejemplar -