Título: Maldito Síndrome de Estocolmo
Autora: Carmen Sereno
Editorial: Principal de los Libros
Trilogía: Estocolmo #1
Trilogía: Estocolmo #1
Páginas: 392
ISBN: 978-84-17333-19-5
«¿Quién eres realmente, Eric Grau, y qué ocultas bajo esa piel tan fría?»
Ana empieza a trabajar en Laboratorios Grau, una multinacional farmacéutica. Su jefe,Eric Grau, un hombre alto y atractivo al que todo el mundo llama Iceman, tiene fama de ser arrogante y despiadado, además de un auténtico depredador sexual. Al principio, la relación entre ambos es muy tensa, pero, poco a poco, la joven descubrirá que su implacable jefe no es el hombre de hielo que todos creen.
¿Podrá Ana resistirse al síndrome de Estocolmo que Eric despierta en ella?
Maldito Síndrome de Estocolmo de Carmen Sereno es la novela ganadora de la primera edición del Premio Clic de novela Romántica de la editorial Principal de los Libros; una novela de corte erótico y romántico que, a simple vista, recuerda a Cincuenta Sombras de Grey, sobre todo al iniciar la andadura lectora y encontraros con varios puntos y escenarios en común pero, conforme te introduces en la trama, avanzas se va desviando esa idea inicial y cobra personalidad propia, haciendo que la historia de Eric y Ana se vuelva totalmente adictiva y emocionante.
Ana es una joven de veinticinco años que empieza a trabajar como externa en el Departamento de Ventas y Finanzas de Laboratorios Grau, una importante multinacional situada en Barcelona y centrada en la investigación farmacéutica. Nada más comenzar en su nuevo trabajo, Ana se da cuenta de que no encaja en ese lugar, donde priman más los incentivos y los beneficios empresariales y económicos que la asistencia a los ciudadanos con la fabricación de medicamentos y su venta a un precio asequible y al alcance de todos. Y si a ese choque con la política empresarial le sumamos el desprecio que los internos sienten hacia los trabajadores externos y que Eric Grau, su jefe, tiene fama de depredador sexual, Ana tiene que hacer acopio de todas sus fuerzas para no saltar a la primera de cambio, algo en lo que fracasa estrepitosamente en su primera toma de contacto directo con Grau, provocando que Eric grau enfoque toda su ira en la nueva interna y que, al mismo tiempo, le sea imposible resistirse a la lucha de titanes que le supone cada encuentro, o desencuentro. Y eso se aplica tanto a Ana como a Eric. La batalla comienza y ninguno está dispuesto a dar su brazo a torcer... ¿Qué ocurrirá?
Ana es una joven de veinticinco años que empieza a trabajar como externa en el Departamento de Ventas y Finanzas de Laboratorios Grau, una importante multinacional situada en Barcelona y centrada en la investigación farmacéutica. Nada más comenzar en su nuevo trabajo, Ana se da cuenta de que no encaja en ese lugar, donde priman más los incentivos y los beneficios empresariales y económicos que la asistencia a los ciudadanos con la fabricación de medicamentos y su venta a un precio asequible y al alcance de todos. Y si a ese choque con la política empresarial le sumamos el desprecio que los internos sienten hacia los trabajadores externos y que Eric Grau, su jefe, tiene fama de depredador sexual, Ana tiene que hacer acopio de todas sus fuerzas para no saltar a la primera de cambio, algo en lo que fracasa estrepitosamente en su primera toma de contacto directo con Grau, provocando que Eric grau enfoque toda su ira en la nueva interna y que, al mismo tiempo, le sea imposible resistirse a la lucha de titanes que le supone cada encuentro, o desencuentro. Y eso se aplica tanto a Ana como a Eric. La batalla comienza y ninguno está dispuesto a dar su brazo a torcer... ¿Qué ocurrirá?
Como veis, el comienzo, con Ana (que incluso comparte mismo nombre que la protagonista de 50 Sombras, y Grau se asemeja mucho a Grey...) entrando a formar parte de una importantísima empresa con Grau como protagonista, es el habitual comienzo de novelas del género, mostrándonos un escenario donde el protagonista masculino destaca por ser un adonis multimillonario y autoritario que se fija en una chicha más joven que él y que, en este caso, empieza a trabajar en su empresa. Pero hasta aquí se encuentran las semejanzas porque Maldito Síndrome de Estocolmo es una auténtica batalla campal entre dos personalidades de armas tomar y que tienen la costumbre de conseguir todo lo que se proponen, en el caso de Grau, y de no dejarse avasallar y soltar lo que piensan sin ningún tipo de filtros, por parte de Ana. Y, la verdad, es algo que he disfrutado de lo lindo xD.
Ana Luna es una mujer de veinticinco años, fuerte, decidida y trabajadora, marcada por unos principios que le traerán más de un comedero de cabeza y problema dentro de la empresa, al encontrarse en un puesto infravalorado y dentro de una metodología y política empresarial que destaca por lucrarse el bolsillo sin importar nada más. Me agradaron muchos los principios de Ana y lo valiente y lanzada que es para defender su punto de vista y luchar contra las injusticias, aunque eso conlleve algún que otro tirón de orejas, y a riesgo también de perder su empleo. Es bueno encontrar dentro de una novela erótica este aire crítico y de lucha contra las injusticias empresariales y desigualdades y precariedades laborales.
Eric Grau, conocido como Iceman, es el director de Ventas y Finanzas y también un hombre complicado y frío, bastante irascible y, por supuesto, convencido de que está en todo su derecho a imponer su autoridad tanto dentro como fuera de la empresa: la imagen ante todo. Al principio esta actitud consiguió crisparme y ponerme nerviosa porque se lleva al extremo y salta a la primera de cambio. Sin embargo, con el paso de las páginas, y conforme se van revelando las diferentes capas que protegen al verdadero Eric Grau, comencé a simpatizar y ponerme en sus zapatos, sobre todo porque su fachada no es fruto de un "pasado oscuro y trágico" sino de la vida misma, de las experiencias, fracasos y golpes que se ha llevado a lo largo de los años y que le han obligado a madurar, a hacer sacrificios y a aprender a tomar decisiones con aplomo y conciencia. Así que, otro punto positivo.
De secundarios tenemos a otros tantos como Dani, compañero de piso de Ana, mu divertido y extrovertido; Alberto, jefe de Ana pero también un buen amigo dentro y fuera de la empresa; Marga y Oliver, también compañeros de trabajo; Johan y Angus Grau, hermanos de Grau; etc. Algunos personajes se hacen querer más que otros y ejercen bien sus papeles de antagonistas, como es el caso de la familia Grau.
La relación entre los protagonistas es un tira y afloja constante a lo largo de toda la novela. Los dos tienen mucho temperamento y, entre que Eric está acostumbrado a que todo el mundo haga lo que él dice y lo tengan listo para "ayer" y Ana suelta todo lo que piensa por esa boquita que Dios le dio sin ningún tipo de filtro y sin importarle la superioridad dentro de la empresa de a quién va dirigida su diatriba, nos encontramos con bastantes escenas de discusiones marcadas por la tensión sexual contenida y la lucha por quién tendrá la última palabra. Es una mezcla de diversión y locura porque a simple vista se llevan a matar y no están de acuerdo en nada, pero por dentro arden en deseos el uno por el otro y el orgullo les impide bajarse del burro y dejar al descubierto los verdaderos sentimientos.
Eric Grau, conocido como Iceman, es el director de Ventas y Finanzas y también un hombre complicado y frío, bastante irascible y, por supuesto, convencido de que está en todo su derecho a imponer su autoridad tanto dentro como fuera de la empresa: la imagen ante todo. Al principio esta actitud consiguió crisparme y ponerme nerviosa porque se lleva al extremo y salta a la primera de cambio. Sin embargo, con el paso de las páginas, y conforme se van revelando las diferentes capas que protegen al verdadero Eric Grau, comencé a simpatizar y ponerme en sus zapatos, sobre todo porque su fachada no es fruto de un "pasado oscuro y trágico" sino de la vida misma, de las experiencias, fracasos y golpes que se ha llevado a lo largo de los años y que le han obligado a madurar, a hacer sacrificios y a aprender a tomar decisiones con aplomo y conciencia. Así que, otro punto positivo.
De secundarios tenemos a otros tantos como Dani, compañero de piso de Ana, mu divertido y extrovertido; Alberto, jefe de Ana pero también un buen amigo dentro y fuera de la empresa; Marga y Oliver, también compañeros de trabajo; Johan y Angus Grau, hermanos de Grau; etc. Algunos personajes se hacen querer más que otros y ejercen bien sus papeles de antagonistas, como es el caso de la familia Grau.
La relación entre los protagonistas es un tira y afloja constante a lo largo de toda la novela. Los dos tienen mucho temperamento y, entre que Eric está acostumbrado a que todo el mundo haga lo que él dice y lo tengan listo para "ayer" y Ana suelta todo lo que piensa por esa boquita que Dios le dio sin ningún tipo de filtro y sin importarle la superioridad dentro de la empresa de a quién va dirigida su diatriba, nos encontramos con bastantes escenas de discusiones marcadas por la tensión sexual contenida y la lucha por quién tendrá la última palabra. Es una mezcla de diversión y locura porque a simple vista se llevan a matar y no están de acuerdo en nada, pero por dentro arden en deseos el uno por el otro y el orgullo les impide bajarse del burro y dejar al descubierto los verdaderos sentimientos.
El libro está narrado por Ana en todo momento, pero la pluma de la autora, ágil y clara, logra transmitir a la perfección tanto los sentimientos y pensamientos de Ana, como los de Eric a través de su conducta y algún que otro capítulos que no traslada a momentos claves de su pasado. Y en cuanto al desenlace... deja con muchas ganas de más. Es un final diferente y bastante atractivo de cara a la segunda parte, no sólo por cómo afectará a la relación entre Ana y Eric, personal y profesionalmente. sino también por lo que implica, dejando espacio para una trama de intriga empresarial que también me despierta interés, aunque tengo mis teorías sobre los artífices.
En resumen, 'Maldito Síndrome de Estocolmo' es la primera parte muy bien desarrollada y adictiva que, aún partiendo de un comienzo que recuerda a otras novelas del género, termina adquiriendo carácter propio, con un romance de alto voltaje entre dos personajes de fuerte temperamento y de convicciones claras que se topan de golpe con la horma de su zapato, por muy dispuestos que estén a negarlo. Una novela con ritmo ágil que no sólo nos da un romance marcado por el erotismo y la lucha de titanes, sino también una trama que aprovecha el escenario empresarial para criticar las políticas empresariales y luchar contra la injusticia y la precariedad laborales. El final es sorprendente y te quedarás con las ganas de leer la segunda y última parte.
En resumen, 'Maldito Síndrome de Estocolmo' es la primera parte muy bien desarrollada y adictiva que, aún partiendo de un comienzo que recuerda a otras novelas del género, termina adquiriendo carácter propio, con un romance de alto voltaje entre dos personajes de fuerte temperamento y de convicciones claras que se topan de golpe con la horma de su zapato, por muy dispuestos que estén a negarlo. Una novela con ritmo ágil que no sólo nos da un romance marcado por el erotismo y la lucha de titanes, sino también una trama que aprovecha el escenario empresarial para criticar las políticas empresariales y luchar contra la injusticia y la precariedad laborales. El final es sorprendente y te quedarás con las ganas de leer la segunda y última parte.
¡Hola! ^^
ResponderEliminarHe visto reseñas muy positivas de este libro durante toda la semana, y parece la típica historia que suelo disfrutar, así que lo leeré seguro.
Besos!
Pues espero que la disfrutes. Desde luego los protagonistas te ganan desde el principio y enganchan con ese tira y afloja que se traen xD.
Eliminar¡besos!
Me encantó el libro, habla de muchas cosas y esos tira y afloja hacen que quieras "rascar" la superficie pq hay mucho más. Lo recomiendo mucho
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