Reseña: 'Eternidad' de Alyson Nöel

Hace tres años que me leí este libro, pero rescato la reseña que hice en su tiempo porque me he comprado en ebook los cinco restantes de la saga y necesitaba refrescarme la memoria :)

Título: Eternidad
Autor: Alyson Noël
Sello: Montena
Colección: Ellas
Saga Inmortales: 1/6
Edad: A partir de 14 años
Páginas: 376
Publicación: 9 de octubre de 2009

Ever guarda un secreto: puede oír los pensamientos de todos los que están a su alrededor, ver su aura y descubrir su pasado con sólo tocarles la piel. Abrumada por la fuerza de este extraño don, vive encerrada en sí misma y sólo tiene dos amigos, los excéntricos Haven y Miles.

Todo cambia, sin embargo, cuando Damen se incorpora a su clase; atractivo y enigmático, despierta rápidamente el interés de todas las chicas del instituto. Ever, como siempre, intenta mantenerse al margen, pero muy pronto descubre con una mezcla de temor y fascinación que Damen no tiene aura y que altera de forma misteriosa todos sus poderes.

El libro al principio me resulto algo raro al leer. Alyson Noël va al grano, como la mayoría de los libros juveniles de esta temática y no te llega tanto lo que la escritora intenta transmitir con su pluma. Al final te acaba llegando porque el quid de la trama está ahí y tu mente juega con ello, pero con otros libros no tienes ni que pararte para hacerte a la idea de las cosas porque van saliendo como si estuvieras viendo una película.

Me esperaba algo en plan Crepúsculo con vampiros como eje central de la historia y, en realidad, creo que es algo así pero camuflado bajo otro nombre: Los Inmortales, personas que han alcanzado la inmortalidad a través del descubrimiento de un brebaje que el padre de cierto personaje descubrió siglos atrás. No necesitan matar para alimentarse, aunque algunos, como en todo lo sobrenatural, deciden ir por el camino del mal y otros por el camino del bien. Además, también poseen poderes tales como: leer la mente, manipularla para borrar o incrustar pensamientos...

La protagonista y su familia tuvieron un accidente de coche del cual sólo se salvo ella, Ever. Y, desde entonces, adquirió la habilidad de poder escuchar los pensamientos de los demás, de percibir su aura y descubrir sus emociones o incluso su futuro en función del color que desprendiese. Así que, como consecuencia de ello, evita el contacto físico de las personas para evitar sentirse abrumada por esos poderes. Y aquí entra el misterioso chico que resulta que es con el único con quien no funcionan su don.

Y no solo porque Damen es increíblemente guapo, con ese cabello brillante y negro que le llega justo por encima de los hombros y se ondula alrededor de sus esculturales pómulos, sino porque cuando gira la cabeza hacia mí y se levanta las gafas de sol para clavarme con la mirada, me doy cuenta de que tiene unos ojos almendrados y oscuros que me resultan extrañamente familiares, y unas pestañas tan abundantes que parecen postizas. ¡Y qué labios! Tiene una boca grande e incitante, con la forma perfecta del arco de Cupido. Y su cuerpo es grande, esbelto y duro, cubierto de arriba abajo con ropa negra.

Pero luego, tras muchos tiras y aflojas entre los protagonistas, está lo que más me gustó de la trama porque era algo novedoso cuando lo leí hace tres años, algo que no había leído hasta ese momento (y actualmente ya tan trillado), aunque me desagradó un poco lo rápido que la autora jugó ese as en la manga y cómo lo guió hasta el final. 

SPOILER (sombrear para leer) Drina, la tercera en discordia, inmortal y malvada intenta acabar con Ever. ¿Por qué? Porque Ever siempre se ha interpuesto en su relación con Damen. Por mucho que acabase con su vida, ella siempre volvía a reencarnarse en otro cuerpo, aunque sin recordar nada de su vida pasada y, como otras tantas veces, Damen conseguía encontrarla y volver a enamorarse como la primera vez. FIN 
Ese aspecto me parece muy original y muy bonito, pero me dejó con ganas de más y mejor. Pero como es el primer volumen de una saga, esperaré a leer el resto para tener un opinión más fundada.

Solo el amor cura. La rabia, la culpa y el miedo solo pueden destruirte y separarte de tus verdaderas capacidades.

La historia en sí es buena, pero si la autora hubiese desarrollado más la escritura, hubiese metido más fondo (sin ir tanto al grano y con comentarios intrascendentes) 'Eternidad' habría sido un buen libro.