Reseña: 'Goodbye Berlín' de Wolfgang Herrndorf

Título: Goodbye Berlín

Autor: Wolfgang Herrndorf

Editorial: Alevosía

Páginas: 243

ISBN: 9788415608165

Con su madre ingresada por enésima vez en la clínica de desintoxicación y su padre en "viaje de negocios" con su joven secretaria, Maik parece condenado a pasar completamente solo y aburrido las vacaciones de verano en el chalé familiar. Entonces aparece Tschick con un viejo Lada azul robado. En realidad Tschick se llama Andrei Tschichachov, un compañero de clase de origen ruso de pésima conducta con problemas de integración. Los dos chicos de catorce años no tienen nada en común, excepto ser los marginados de la clase y los únicos no invitados a la fiesta de cumpleaños de la bella y popular Tatiana..., pero una amistad a prueba de bombas da comienzo cuando escapan juntos de Berlín en el coche robado y se embarcan en un viaje lleno de increíbles peripecias por carreteras secundarias y extraños parajes.

La historia comienza rompiendo los esquemas habituales: por el final. Maik es detenido por la policía alemana en una caseta de autopista tras haber tenido un accidente con un Lada robado. Desde que le detienen decide no decir ni una palabra sobre su compañero de viaje, Tschick, que ha conseguido escapar. Sus heridas le obligan a terminar ingresado en un hospital y es ahí donde Maik nos irá desvelando en primera persona cosas de su vida, de Tschick y de las aventuras y desventuras que han experimentando dentro de aquel viejo coche robado.

Era como si el Lada viajase solo por los campos, era un viaje totalmente distinto, un mundo diferente. Todo era más grande, los colores más intensos, los sonidos en Dolby Surround, y, sinceramente, no me hubiera asombrado que de pronto hubiera aparecido ante nosotros Tony Soprano, un dinosaurio o una  nave espacial.

A primeras parece una lectura con bastantes posibilidades. Dos adolescentes de 14 años embarcados en un viaje por carretera conduciendo un coche robado. Como resultado pensé que me encontraría con una lectura profunda a la par de divertida, amena y plagada de emociones y aventuras a través de unos chicos que terminan aprendiendo un par de lecciones sobre la vida en el proceso. En cambio, no ha llegado ni a ser la mitad de lo que me esperaba...

Al estar todo contado por Maik, cuyo lenguaje es muy desenfadado y coloquial, creí que me adentraría fácilmente en la historia como un pasajero más del Lada. En cambio, he sentido demasiados vacíos y escasas descripciones como para permitirme tal oportunidad. Para empezar, apenas conocemos a Maik. Se limita a contar hechos de su vida, su familia, sus amigos, su viaje en coche... y a describir fugazmente a las variopintas personas con las que se topan y no me ha dado tiempo de empatizar con ninguno. No tienen el suficiente desarrollo de fondo y los personajes terminan quedando muy planos y carentes de evolución. Al lector no se le ofrece la posibilidad de encariñarse y conocerles mejor y eso ha provocado que se desinfle mi emoción por la lectura, más aún cuando ese viaje y todas esas personas a las que conocen supuestamente conforman un antes y un después en la vida de Maik y Tschick; y lamentablemente no he sentido nada de eso.

—En realidad yo quería proponeros algo diferente —dije—. ¿Qué os parecería reencontrarnos dentro de cincuenta años? Justo aquí, dentro de cincuenta años. El 17 de julio de 2060. Aunque llevemos treinta años sin saber nada unos de otros. Que todos volveremos aquí, estemos donde estemos, tanto si somos directivos de Siemens como si vivimos en Australia. Nos juramos esto y después nunca volvemos a hablar del asunto. ¿Os parece una gilipollez?

Debido al carácter desenfadado de la pluma del autor sí que he podido disfrutar de una lectura divertida, con muchos toques de humor y conversaciones irrisorias, pero el factor profundidad ha sido muy escaso, los capítulos demasiado cortos, las aventuras demasiado fugaces y los personajes poco desarrollados, impidiendo formar una historia realista que deje huella. 

En resumen, 'Goodbye Berlín' es una novela que no me ha terminado de cuajar, aunque para gustos los colores y os animo a que le deis una oportunidad si os llama este tipo de lectura. Es divertida y amena, pero hubiese ganado más puntos si los personajes no me resultasen tan superficiales y planos. Si se hubiese rascado un poco más de ellos el mensaje que trata de transmitir habría sido mucho más notable y permanente.